A pesar de los cuestionamientos, Chiarella sigue en Desarrollo Humano
El intendente ratificó en su cargo a la secretaria más cuestionada de su gabinete, luego de que la marcha del #8M le pidiera la renuncia. A la lista de desaciertos de su gestión, se suman decretos de ayuda social por lo menos llamativos y recortes en diversas áreas. “Los cambios” los decide “únicamente” Salazar, dijo Silvio Corti.
En el propio gabinete de Cecilio Salazar y en la estructura de la alianza Cambiemos a nivel local hubo quienes lamentaron el pedido de renuncia que hicieron público las organizaciones feministas locales durante la marcha del #8M la semana pasada a Karina Chiarella: “Le alargaron la estadía en el cargo”, coincidieron.
La secretaria de Desarrollo Humano no sólo sigue en su puesto sino que además recibió el respaldo del intendente Cecilio Salazar, que a través del secretario de Gobierno, Silvio Corti, la ratificó. “Los cambios de gabinete los decide únicamente” Salazar, advirtió el funcionario tras la marcha, ante la consulta de La Opinión.
Quienes conocen al Jefe Comunal aseguran que la trabajadora social va a seguir en el área, a pesar de que no hay nadie que la apoye dentro del gobierno, ni más ni menos que porque a Salazar no le gusta que le marquen la cancha. “Le pidieron la renuncia, la va a mantener en el cargo”, sostienen en la mesa chica del Palacio desde donde con desesperación advierten que cada vez que hay un problema serio y sensible que necesita de una mirada especial, la funcionaria le dice al intendente que “ya se ocuparon” y que todo lo que trasciende públicamente es “una mentira para perjudicarlo a él”.
Ejemplos sobran y víctimas de la desatención, abundan mientras albergan el miedo a romper el silencio.
“Renuncie, Chiarella”
“Le pedimos a Karina Chiarella por favor que renuncie, y a Cecilio Salazar que disponga de personas competentes y con el compromiso adecuado para llevar adelante la tarea”, dice el documento que fue leído el jueves en la marcha por el Día de la Mujer, que contenía reclamos por mejoras en las políticas de género. La funcionaria, mientras tanto, se aprestaba a cenar en un bar que lleva el nombre de un reconocido poeta sampedrino. A su lado estaba la titular de la Comisaría de la Mujer, Daniela García, en cuya dependencia también habían dejado mensajes de reclamo.
No es la primera vez que las feministas cuestionan a la secretaria de Desarrollo Humano. El reclamo por su tendencia a no hacerse eco de las demandas del sector se repite casi a diario.
Su “Qué desastre” como toda respuesta en el grupo de WhatsApp interno de Cambiemos ante el femicidio de la empleada municipal Natalia Duarte exacerbó los ánimos de sus compañeros de gabinete.
Cuando a los pocos días vinieron la presidenta del Instituto Nacional de la Mujer, Fabiana Tuñez, y la subsecretaria provincial de Género y Diversidad Sexual, Agustina Ayllón, y, según difundieron Libres de Miedo y Minerva Mirabal, “negó que hayan existido recortes en el área y aseguró contar con los recursos suficientes y la voluntad política para afrontar la coyuntura”, todos movieron la cabeza en señal de desaprobación.
Al secretario de Gobierno, Silvio Corti, le tocó salir a defenderla esta semana. “No me consta que haya dicho que no nos falta nada, al contrario, en el equipo de trabajo plantea constantemente las necesidades que tiene”, dijo.
Desaciertos y recortes
Desde el portazo de Paola Prez con denuncia penal incluida –luego desestimada por la Justicia, pero con un ruido político nunca silenciado–, a Chiarella le llovieron problemas de toda índole en los que sus respuestas políticas no fueron las más acertadas.
A los constantes reclamos –que vienen desde gestiones anteriores– al funcionamiento del Servicio Local de la niñez, se sumaron recortes como la falta de renovación de contratos a profesionales y el traslado a otras áreas.
El decreto de “ajuste de la política” que poco ajustó a nivel local la benefició con el regreso de Fernando Negrete a Comisiones de Fomento, tras ser un virtual “interventor” de Desarrollo Humano. Tanto fue así que aún hoy sigue resolviendo personalmente urgencias que luego atiende desde lo burocrático el equipo de Chiarella.
La secretaria de Desarrollo Humano fue la que en plena campaña electoral el año pasado, en ocasión de descarga de un camión de mercaderías, reconoció que había más pobres y más hambre que el año anterior. En el gobierno hubo quienes, entre palabras subidas de tono, bromearon con que le faltó “hablar de la ‘macrisis’, para completarla”.
El año pasado tuvo otra metida de pata política para el recuerdo: antes de que se inaugurara el hogar para mujeres víctimas de violencia, puso un cartel gigante en la puerta. Luego, advertía que no debía informarse la dirección, “por protección”.
A la redacción de La Opinión llegan a diario personas que se quejan porque en Desarrollo Humano no les dan respuestas. La situación económica de crisis que atraviesa el municipio hace que los recortes en ayudas y subsidios hayan sido importantes.
Se nota: cuando alguien llega a este semanario y se lo intenta derivar a la Secretaría la respuesta suele ser la misma: “Vengo de allá. Dijeron que no pueden hacer nada”. Hay personas en situación de calle a las que les ofrecieron “100 pesos por semana, para alquilar algo, pero no alcanza”, según contaron los propios damnificados.
Los decretos de siempre
Quien repase los decretos de ayuda social y los subsidios extraordinarios para solventar “gastos diarios” o “alquileres” se sorprenderá al notar que suelen ser los mismos de siempre y hasta familiares entre sí.
El gobierno tiene 150 decretos de ayuda social con contraprestación de trabajo que esconden una relación de dependencia que algún día va a explotar contra el Estado local en demandas laborales. Se renuevan cada tanto y, en las últimas ocasiones, no estuvo ajeno el año electoral que pasó y lo que cada beneficiario pueda haber hecho para la campaña oficialista.
Aparecen, cada tanto, algunas “ayuditas” llamativas, como el subsidio para que una estudiante pague la matrícula en una universidad privada; el de alquiler para una mujer que ya cobra un decreto por trabajar en una dependencia municipal; o el aporte extraordinario para la instalación de una verdulería, sólo por citar algunos.
En medio de todo ello, no puede dejar de recordarse que hay casos que ameritan una presencia fundamental del Estado que es menos que paupérrima, como el del escaso subsidio y acompañamiento que perciben los familiares que se hicieron cargo de las nenas abusadas por el matrimonio de docentes.
Quien cruzara los datos entre la Secretaría de Desarrollo Humano y el Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación podría percatarse de la repetición de beneficiarios. La falta de vínculo entre Chiarella y José Franchini es evidente, y deriva en que así como hay personas necesitadas que no reciben ninguna ayuda, otros saben encontrar la vuelta para ver si pueden “cobrar” en las dos ventanillas.
Los decretos de ayuda social, todos, llevan la firma de Chiarella. En su área y a su favor hay quienes dicen que su rol es estampar la firma a decisiones que “vienen de arriba” respecto de a quién ayudar y a quién no. Quizás su propensión a no cuestionar nada sea el principal elemento para que su gestión, desaprobada por propios y ajenos, todavía no haya tenido punto final.
“¿Karina Chiarella está ratificada en su cargo?”, preguntó La Opinión. “Por supuesto”, respondió Silvio Corti. Entonces, la trabajadora social que supo militar en el Partido Socialista y que fuera funcionaria del área de Juventud del gobierno de Guacone, sigue siendo la secretaria de Desarrollo Humano de la gestión Cambiemos en San Pedro, que comanda Cecilio Salazar.