Llegué a San Pedro desde la Capital Federal a conocer la ciudad y pasar unos días de descanso. Logré pasar unos muy buenos días y tomé contacto con los sampedrinos, quienes son muy amables y respetuosos. Pero me llevé una impresión muy desagradable respecto a la gran cantidad de perros vagabundos que deambulan por toda la ciudad, incluso he visto que algunos tienen sarna, sin mencionar a las pulgas y otros trastornos de salud.
Las autoridades de San Pedro, al parecer, no comprenden que esas enfermedades se propagan al ser humano y la sarna es en particular extremadamente contagiosa. Por otra parte, y lamentablemente, tuve la oportunidad de ver a una niña que andaba en bicicleta y fue atacada por un grupo de 5 o 6 perros, los que provocaron que se cayera y lastimara.
No sería de extrañar que también adquieran el virus de la rabia, que se encuentra en la saliva y en las secreciones de los animales infectados y se inocula al hombre cuando animales lo atacan y provocan alguna lesión por mordedura. Esta enfermedad, si no se trata con la máxima urgencia, acaba provocando la muerte del enfermo.
Resumiendo, puedo expresar que dada la gran cantidad de perros vagabundos que deambulan por la ciudad, portando sarna y otros parásitos, se está exponiendo a los habitantes, por inacción de las autoridades, a un serio problema sanitario.
Tengo entendido que la Concejala Liliana Adrover ha elevado al respecto un proyecto de resolución a la legislatura de la ciudad para al menos evitar, mediante la castración y/o esterilización, el crecimiento de esa población vagabunda.
Si esto es así, espero que sea tratado con suma urgencia.
Arq. Enrique Viola – Matr. CAPBA Nº 2.003
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