Perfiles falsos: ¿Quién se oculta detrás de Soraya Montenegro?
Las publicaciones vinculadas a cuestiones internas del Hospital, con fotos y videos pertenecen a un anónimo que las comparte. Desde hace semanas estallan los comentarios bajo el nombre de un conocido y perverso persojaje de una telenovela mexicana.
El tema es que Soraya Montenegro, la “Maldita de las telenovelas de los 90” es el escudo perfecto para que la ingeniosa persona creadora del mismo se oculte y relate cuestiones personales o laborales de integrantes del plantel de trabajadores del área de Salud y del Hospital.
El resultado de esta publicaciones en redes sociales hizo que se viralizaran algunas que fueron compartidas por whatsapp entre diversos grupos, sobre todo los relacionados con la labor diaria de empleados municipales del área de salud y el Hospital “Emilio Ruffa”, donde se ventilan desde situaciones de la vida privada de las personas involucradas hasta reclamos de índole laboral donde se defenestra a jefes por su actitud y medidas adoptadas.
La primera publicación que ganó repercusión relataba con fotos y videos un hecho verídico. Una mujer en estado de ebriedad que se desempeña en el nosocomio fue retirada de un local de diversión nocturno y se la vio intentando manejar su moto, cuando se desplomó en la vereda. Esa noticia, que fue chequeada en la Guardia del Hospital y en el lugar donde tuvieron lugar las peleas con gente que estaba en el boliche Hollywod desencadenó la curiosidad sobre la autoría de los posteos.
Soraya Montenegro no es sampedrina, un dato que vale destacar para que los usuarios de redes no pierdan el tiempo buscando entre los vecinos a la autora de las publicaciones.
Quienes disfrutaron de la telenovelas de Thalía en la década del 90 ya conocen a esta “Maldita” que en algunos capítulos hizo sufrir hasta una joven en silla de ruedas, persnoaje de “María la del Barrio”.
Itatí Cantoral es la actriz que encarnó a la co protagonista de la novela y se hizo famosa por su maldad y sus frases que quedaron en la memoria de todos y aquí algunos ejemplos:
¿Qué haces besando a esta maldita lisiada?, "Lo quiero a él. Quiero dominarlo, hacerlo mío. Aunque luego me aburra y me estorbe y llegue a odiarlo" "Basurera, marginal, pepenadora" o "¡Te dije que no se te ocurriera poner los ojos en él y los pusiste!" entre las más recordadas.
El o la responsable de las publicaciones eligió muy bien al personaje para su perfil en redes, porque no deja títere con cabeza sin importar el cargo o función dentro del municipio. Según pudo observar La Opinión se trata de alguien que conoce todos los repliegues del funcionamiento del área de salud del municipio.
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