Patrullas al rescate
Con muy buena predisposición, personal de Inspección General a bordo de dos patrullas, acudió al pedido de auxilio de una comerciante de la calle 25 de Mayo. La mujer, al borde de un ataque de nervios, ya en tiempo de descuento para recibir el nuevo año, detuvo a los servidores públicos para que la ayuden a sacar de su local a un asustadizo perro de gran porte, que acobardado por el aguacero del atardecer y los petardos que anunciaban con demasiada anticipación el final del 2007, entró y se ubicó en un rincón. El personal municipal de guardia, retiró el “pichicho” con ayuda de una larga cinta de clausura, que en esta oportunidad no estaba destinada al comercio que, por otra parte, cuenta con todo en regla y permitió que la comerciante llegue a tiempo para festejar con su familia.