Pararon la construcción de la guardería en Pescadores
La falta de planos y la correspondiente habilitación municipal son los principales motivos por los que se detuvo la construcción de la guardería náutica en el Club de Pescadores. Dicen que una vez presentados y habilitados, la obra continuará su marcha. En las últimas semanas se alzaron voces en contra y para muchos hay sospechas de una “movida política”. Desde la Municipalidad remarcan que se deberá respetar estéticamente el paisaje de la zona.
Desde las semanas previas a la asamblea la construcción de una guardería náutica en el Club de Pescadores es objeto de polémica. Entre otros, fue uno de los argumentos que se pusieron sobre la mesa en la campaña previa al comicio que le permitió la reelección a Héctor Grau. Y parece que la instalación de estos emprendimientos es polémica en general. Aún no se han acallado las voces de aprobación y reproches sobre la guardería náutica que intentó emplazar una gestión privada en los terrenos lindantes con el Club Sportivo América y finalmente se fue desvaneciendo. La obra en Pescadores lleva unos cinco meses de desarrollo, comenzó con el relleno del suelo y ahora ha llegado a una de sus principales etapas que es la de levantar un enorme tinglado donde se emplazará la guadería náutica. Desde cualquier sector superior de la barranca se puede apreciar lo adelantado de la obra y la rapidez con la que se trabaja para desagrado de algunos socios o simplemente vecinos. Lo más llamativo además de lo estético, es la continuidad de una obra por un tiempo excesivo para el que debería transcurrir hasta la llegada de una inspección. Desde la Municipalidad se salió en defensa de esta “suposición” indicando que efectivamente la intervención llegó en el momento justo y tan solo dos semanas después del inicio de la construcción del galpón. “Antes sólo se habían realizado movimientos de suelo que no ameritaban la intervención”, dijeron. Efectivamente la entidad y el concesionario de este servicio deberán cumplir con todos los trámites que quedaron en una zona de responsabilidades indefinidas, para que todo siga adelante. Mientras tanto, la obra está paralizada y desde el club se descuenta que en un corto plazo se reanudarán los trabajos pues no habría motivo para suspenderlos.
El empresario Alfredo Garrido es quien lleva invertido más de 70.000 pesos en el mismo lugar que la institución recuperó hace unos años cuando sólo eran árboles y yuyos que habían crecido producto de la erosión. Ellos defienden el proyecto porque brindará un servicio único para navegantes y acompañará a otra obra de dimensiones importantes que se emplazará a muy pocos metros en el Club Náutico San Pedro. Si se adaptan a las ordenanzas vigentes (que en apariencia desconocían) y logran otorgarle al emprendimiento una imagen que se adapte al contexto en el que se erigirá el edificio, todo seguirá adelante sin problemas, pero seguramente, deberán gastar un poco más de lo previsto.
Sospechas que aumentan
Si bien no hay una voz oficial que exponga sobre el tema, han comenzado a crecer los rumores de que detrás de todo esto hay una movida política. Aunque parezca increíble, una de las instituciones que mayores esfuerzos hizo en los últimos años para salir de una profunda crisis socio-económica y ganarse el aval y reconocimiento de los socios, se ve involucrada en una situación que todavía no es del todo clara. Pero las notas y mensajes que han comenzado a circular en las últimas semanas, en algunos casos, firmadas por personas vinculadas a sectores políticos hacen que las sospechas crezcan y tengan sus fundamentos. Es más, también el Concejo Deliberante recibió una nota firmada por un socio quien solicita informe sobre las “obras en el sector norte del predio ganado al río en el Club de Pescadores”, situación que causa algunos contrastes pues se asegura que el día de la asamblea realizada dos meses atrás varios socios que hoy preguntan firmaron la aprobación de la obra.