Papel Prensa: el horizonte es el mercado chino
La planta comenzó con su proceso de reconversión hace más de dos años. Experimenta con otro tipo de papeles aunque seguirá produciendo el de diarios. La estrella será el papel Kraft y tiende a transformarse en el negocio más importante de la ciudad con el mercado asiático.
El horizonte de Papel Prensa muestra sol pleno en la República Popular China y en sus 1395 millones de habitantes, dispuestos a consumir más desde que el gobierno de Xi Jinping decidió que el “Estado socialista de partido único con economía de mercado” podía aumentar los salarios para promover el consumo interno y destrabar uno de los inconvenientes que impedía el cierre de ese círculo virtuoso que les permitía producir “a costo chino” y entregar al mundo sus manufacturas, sólo a cambio de los productos primarios con los que se sustenta el menú diario de comidas de su población.
Ahora, por ejemplo, decidieron levantar muchas de las restricciones que tenían respecto del mercado de la carne bovina y ovina para comenzar a importar de un modo en el que Argentina puede abastecer apenas una pequeña porción de lo que demandan, aunque coloque toda su producción.
En 2017, el 75 por ciento de los productos exportados al gigante asiático fueron aceites derivados del petróleo, langostinos, camarones y el consabido poroto de soja, mientras que de regreso llegan teléfonos celulares, artículos de electrónica, televisores y hasta ropa o calzados, todos ellos “made in China”.
En San Pedro, el empresario Pablo Reynes se animó, después de una feria de intercambio, a viajar y proponerse sellar un negocio de tapas y bidones de agua para el que construye una planta. Es una gran oportunidad para una Pyme que intenta desafiar el destino de tantas otras que están al borde de la quiebra o desaparición, tras las sucesivas crisis a las que los somete la economía del país.
Ahora, la confirmación de la noticia que muestra a la única productora de papel para diarios de la Argentina, en la que el Estado tiene participación, obliga a preguntarse si las modificaciones para lograr la desregulación del precio son sólo un paso más para el nuevo escenario en el que la elaboración de otros productos de celulosa encuentre en Asia a sus consumidores.
Entre las curiosidades que arroja un simple rastreo de noticias están las protestas de España por la gran cantidad de papel rescatado de la basura y clasificado en ese país que viaja en barco para ser reciclado en China.
Según indican desde la planta –siempre extraoficialmente porque el contacto con la prensa, incluida la local, es casi nulo– la decisión de la empresa ha sido diversificar sus productos porque año a año la producción de papel para diarios se reduce al punto de estimar que actualmente sólo se genera el 70 por ciento de lo que permite la capacidad instalada.
En enero pasado, la Cámara Argentina de Fabricantes de Cartón Corrugado (Cafcco), anticipó los planes. En una nota brindada tras una Conferencia Internacional de Envases organizada en Miami a fines de 2017, la economista Amanda Fantini dijo: “Si Argentina obtiene una nueva capacidad de kraftliner, puede convertirse en un exportador de containerboard, como Brasil”.
“Uno de los proyectos está siendo desarrollado por el único productor argentino de papel periódico, Papel Prensa, que tiene planes para incrementar la producción de papeles para corrugar en la máquina de papel (PM) de la planta de San Pedro, que cuenta con una capacidad de 170.000 toneladas anuales. Actualmente, su PM está produciendo el 75 % de papel prensa y el 25 % de cartón para embalaje, principalmente onda semiquímica de 80-110 g / m2, así como testliner y kraftliner”, agregaba el reporte de la Cámara.
Desde hace poco más de dos meses hay preparativos para los embarques que requieren los nuevos clientes. Una persona que se dedicará a adaptar la estructura para sumarse al equipo de comercio exterior que operará en San Pedro y al afianzamiento de mecanismos que permiten hablar de un acuerdo comercial sellado y listo para ejecutarse mucho más allá de lo que demandó el período de prueba.
“Una foto con la presidenta y varias visitas inesperadas cambiaron el rumbo de la opinión pública e hicieron mutar las flojas convicciones de quienes ven en esa batalla un simple lugar de posicionamiento para sus aspiraciones políticas. Los representantes del pueblo no conocen ni las características del producto que se comercializa, no se preocupan por la contaminación y en algunos casos hasta se dan el lujo de ver esta partida con cierta fruición porque alguna vez pidieron plata para la campaña y no la obtuvieron como tampoco recibieron las caricias que Clarín y La Nación suelen hacerle a quienes eligen como candidatos a Presidente”, dice un párrafo de un editorial de La Opinión del 18 de agosto de 2010, cuando el arco político y sindical se abrazaban al poder, y era muy riesgoso opinar.
El precio del papel de diario quedará desregulado
La Cámara de Diputados dará media sanción al proyecto que deroga varios artículos de la ley que regula la fabricación, comercialización y distribución de papel para diarios. En un tratamiento express, el poyecto presentado por Diego Bossio obtuvo en menos de diez días el dictamen de la comisión en la que tiene mayoría la alianza Cambiemos tras un acalorado debate. El Sindicato de Papeleros de San Pedro envió una nota que fue incorporada a los fundamentos en la que dicen que de no aprobarse la iniciativa del extitular del Anses durante el gobierno kirchnerista “se verían seriamente afectados los puestos de 475 trabajadores”.
El proyecto de ley presentado por el diputado Diego Bossio, que propuso derogar los artículos de la ley de fabricación y comercialización de papel para diarios que obligan a Papel Prensa S. A. a fijar un precio único y a ampliar su capacidad de producción, obtendrá hoy, en tiempo record, la media sanción de la Cámara de Diputados.
“Si no fuera posible llevar adelante las transformaciones requeridas, se verían seriamente afectados los puestos de 475 trabajadores directos”, dice la carta que, firmada en nombre del Sindicato de la Industria del Papel por Gerardo Gelabert, recibió el presidente de la cámara baja, Emilio Monzó.
En ese texto, el sindicalista recordó que la fábrica “es y ha sido uno de los mejores lugares para trabajar, donde sus integrantes han visto crecer un proyecto y una industria de vital importancia para la comunidad y el país”, una apreciación que poco coincide con la que compartió con Guillermo Moreno cuando los convocó para participar del anuncio que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner formuló en plena batalla con Clarín y La Nación y que intentaba ponerle freno a la acción de “el monopolio” que asfixiaba a todos los medios que dependían del insumo que en el país sólo produce la empresa radicada en San Pedro y que supo ofrecer mano de obra a 850 personas.
Las restricciones con las que Papel Prensa trató a sus pequeños clientes durante más de tres décadas en las que los medios de comunicación impresos dependían de la cuota que tenían asignada fueron la excusa perfecta para Néstor y Cristina Kirchner.
Pasaron del amor incondicional al odio extremo, a punto tal que no les fue suficiente con las presiones a una gran cantidad de medios de comunicación independientes y a sus periodistas, sino que también recurrieron con mucho dinero en mano a la construcción del informe “Papel Prensa, la verdad”, en el que se intentó demostrar que la viuda de Graiver había entregado en una mesa de torturas las acciones que le correspondían y bajo la estigmatizante frase “las manos manchadas de sangre”.
Para cualquier periodista riguroso es difícil hilvanar las marchas y contramarchas de un Estado que siempre se ha confundido con el gobierno a la hora de decidir cómo se distribuye el único insumo que necesitaban los diarios del interior para sobrellevar una complicada subsistencia.
Hoy por hoy, con o sin precio sostén, a pocos les importa el dedo que los legisladores apoyen sobre el botón. Las empresas o cooperativas periodísticas que compraban papel ya no existen o son meros apéndices del grupo Clarín que –a diferencia de La Nación– logró dominar todo el escenario en materia de comunicaciones merced a lo funcional que le ha sido la enorme grieta en la que han hecho germinar el odio con el que se retroalimenta esa fructífera relación con el poder de turno sin diferenciar democracias de dictaduras.
Para el país se verá como un avance del libre mercado; para los sampedrinos, como una noticia que necesariamente debe desembocar en más y mejores planes para que la producción se diversifique, encuentre mercados en el exterior y por ende se incremente la oferta de trabajo, que cada vez le es más esquiva a la ciudad.
Papel Prensa trabaja en su reconversión desde hace más de dos años y hoy el horizonte aparece diáfano para llegar con sus nuevos productos al mercado asiático.