Papel Prensa contamina hasta en la causa
A los resultados conocidos en los medios, se suman a la causa nuevos pedidos por parte del Juez Villafuerte Ruso. El INA debe contestar dónde se tomaron las muestras.
El avance más significativo en la causa que se tramita en el Juzgado Federal del Dr. Villafuerte Ruso, es contundente. Pese al comunicado emitido por la empresa, las muestras que se analizaron tras el allanamiento efectuado en el mes de marzo, dieron resultados con altos valores de contaminación.
Nadie se atreve, por ahora, a ponerle números a los análisis. Salvo los estudios realizados por especialistas de la Facultad de Bioquímica de la UBA, a pedido del Diario Crítica que dirige Jorge Lanata, que arrojaron índices de contaminación alarmantes, el trámite iniciado de oficio por el Fiscal Juan Patricio Murray, debe aguardar un paso más para entregar sus conclusiones.
“Hay altos valores de contaminación” dijo uno de los peritos de parte, sin advertir que su comentario estaba siendo escuchado. La afirmación era la antesala del nuevo paso que por estas horas ha determinado el Juzgado. El Instituto Nacional del Agua debe decir en qué sitios tomó las muestras y para eso, parece que volverá a tomarse unos días.
De todos modos, la noticia que había quedado tapada por el humo, alcanzó a los más altos y a los más bajo niveles de la pastera sampedrina. Lejos de proponer un nuevo plan de inversiones para, como mínimo, disminuir el daño que sufre permanentemente el Riacho Baradero y por ende su fauna ictícola, Papel Prensa contó con el más absoluto silencio de los medios nacionales y provinciales que, por el momento evitan un enfrentamiento con el único proveedor de papel para diarios del país.
Quienes parecen haber roto el pacto de silencio son algunos empleados que, con temor, han comenzado a deslizar comentarios sumamente valiosos.
“Arcilla empapada de hidrocarburos”
Aunque los tiempos de los peritajes oficiales se estiren con pedidos de contrapruebas por parte de los abogados de la empresa, las noticias comenzaron a correr como nunca antes.
Si bien el sistema de tratamiento de efluentes es uno de los más eficaces de la Argentina, desde hace años, los directivos de la planta dicen estar haciendo inversiones para mejorar. Eso no se condice con algunas cuestiones que plantean quienes trabajan cerca del sector donde se arrojan los desechos. Según una fuente con conocimientos suficientes y acceso directo a la planta, el sistema que poseen sólo alcanza a tratar un porcentaje de los residuos contaminantes, aunque eso no sería lo más grave. En las llamadas “pérdidas accidentales” que por lo general de producen siempre en horario nocturno se escapan del control de los especialistas aceites industriales, productos químicos, pasta química, soda cáustica y hasta arcilla empapada de hidrocarburos. Esa arcilla que se deposita en los desagües debe ser retirada manualmente por algunos empleados a los que se les proporcionan guantes, botas, protectores oculares y barbijos.
Esta fuente confirmó que varias veces en la madrugada, las compuertas se abren y dejan en el río todo tipo de sustancias nocivas. “A la madrugada se han detectado pérdidas de miles de litros de aceite industrial o mágicamente se han abierto las compuertas ante cualquier derrame”, sostuvo el ocasional testigo.
Tal vez sean esas las razones que llevaron a uno de los directivos a empujar a un fotógrafo de Crítica de la Argentina cuando intentó obtener imágenes de la última reunión de directorio.
En la ciudad los comentarios siempre han sido una constante y una verdadera fuente de sospecha que ofrece trabajo a más de cuatrocientas familias, pero ha sido la acción de un Fiscal Subrrogante, la que ha llevado las muestras cuyos resultados ya se conocen como “con altos valores de contaminación”, aunque aún falte un paso legal y necesario para que Villafuerte Ruso decida si la causa sigue su curso y merece no solo una sanción, sino una inversión inmediata para frenar la contaminación.