Panorama desde el puente
Con adelanto ó sin adelanto de elecciones el panorama no cambia demasiado. El mandato de gobierno se terminará en la misma fecha. La oposición es tan mediocre como el oficialismo. Es una bolsa de gatos que se junta para las elecciones y 2 horas después del escrutinio ni se pueden ver. Mientras tanto los niveles de delincuencia, corrupción y drogadicción avanzan a ritmo acelerado. Es decir: todo gobierno que viene es peor. En cuanto al conflicto con el campo tenemos al gobierno que ha hecho un par de concesiones y el agro que sigue pidiendo más. Uno y otro sector buscan beneficios propios, el resto (el pueblo) bien gracias. Toda la prensa y publicidad son para estos poderosos sectores.
El resto que no tiene publicidad y prensa por falta de recursos económicos no existe. Tanto tienes, tanto vales.
En un pueblo como Gobernador Castro donde existe una población de aproximadamente 4.000 habitantes, la mejora (en el mejor de los casos) será para el productor agropecuario que representa el 1% de la comunidad.
Teniendo en cuenta que el productor agropecuario era el que históricamente daba trabajo, lamentablemente ya no lo es porque se ha volcado en su mayoría por la soja donde sólo trabajan un par de personas. Es decir que tendremos un nuevo panorama donde se terminará el histórico oficio del peón de campo. Habrá campos sembrados pero no existirá el trabajo de campo. Por lo tanto los que más tienen tendrán cada día más y los que menos tienen tendrán todos los días un poco menos. Todavía no escuché a nadie decir que mejora habrá para la mayoría de la gente, más bien todo lo contrario, la falta aún más del trabajo. Con qué cultivo se reemplazarán a los frutales (estamos hablando de cultivos que ocupen mano de obra, no la soja) podríamos decir que la tecnología ha traído desocupación.
Ahora bien, este vuelco de lo frutal hacia la soja no fue de un día para otro ni por capricho. En un pueblo donde existía una empresa que empleaba a medio pueblo y por diversas causas políticas y económicas termina fundida es difícil arreglar dicha situación. Teniendo en cuenta que era un pueblo donde sobraba el trabajo y venían trabajadores golondrinas de otras latitudes, el golpe es demasiado fuerte. El gobierno en vez de presionar sobre la soja no bajándole las retenciones debería hacerlo en la creación de trabajo. Es decir, debe obligar al productor a crear fuentes de trabajo y darle beneficios para esto. No diría que lo haga sobre la totalidad de sus campos cultivables, pero sí en un porcentaje importante. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?. Cambio climático, sequías, heladas, aumento del costo de los insumos, de los fertilizantes, industria del juicio, etc.
Aparición de la soja, mercados internacionales favorables, reemplazo de maquinarias por personal humano, crisis internacional, desmonte acelerado.
Cambios climáticos – (falta de agua, sequías, heladas, cambios estacionales)-; Industria del juicio (cambios de legislación laboral): Aumento de los insumos y baja de la rentabilidad, mejora de la tecnología en desmedro de la mano de obra humana.
Ante este cuadro desalentador hace entrada la soja con excelente rentabilidad, mercados internacionales favorables, bajo mantenimiento, conflictos laborales nulos y futuro promisiorio. El gobierno ve esta situación y decide echarle el guante. La situación internacional cambia y todo vuelve para atrás.
El gobierno debe presionar para que la histórica fuente que da trabajo y empleo a la comunidad (el productor agropecuario) busque una alternativa a la soja y vea con que se suplantan los frutales (necesidad de mano de obra humana) o bien la radicación de algún tipo de fábrica que emplee personal y que tenga que ver con lo producido en la zona (dulce de batata, jugos, mermeladas, arándonos, guinea, etc.)
El gobierno no debe presionar para aumentar su nivel de recaudación, sino para que aumente la ocupación, la generación del empleo de campo.
En vez de tratar de recaudar más y repartir estilo Robin Hood miserable, debe observar y hacer cumplir que cada trabajador se gane su sueldo trabajando.
No digo que del día a la noche se pueda modificar esta situación porque tampoco la misma apareció del día a la noche sino más bien de manera gradual. No es necesario siquiera que se produzca el pleno empleo de un plumazo. El aspecto psicológico de que la gente empiece poco a poco a estar ocupada en el trabajo es fundamental. Se puede empezar en turnos de cuatro horas y con una frecuencia de día por medio. Cincuenta personas empezarán Lunes, Miércoles y Viernes por la mañana. Otras cincuenta empezaran los Martes, Jueves y Sábados por la tarde. Esto es absolutamente viable y si no se produce es por cuestiones netamente de caprichos y por el clima de confrontación y griterío que existe en la actualidad.
El gobierno debe terminar de repartir migajas humillantes a los desocupados creando vagancia, delincuencia y drogadicción. El gobierno debe generar las condiciones para que el trabajador viva de su trabajo y no del estado. Suponiendo que en algún momento haya tenido que salir a ocupar el espacio vacío que dejó el productor, ya es buena hora de que el trabajador vuelva a su trabajo y deje de ser asistido. El gobierno debe entregar al trabajador la red para que aprenda a pescar y no darle el pescado ya servido. Se debe regular y controlar esta situación. No se puede ser asistencialista por tiempo indefinido, ya cumplió su ciclo. El gobierno debe mejorar la salud y la educación.
Rafael Kunowsky,
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