Pami: otro paciente víctima de la obra social está grave
El médico de cabecera se jubiló en diciembre y no lo atendió. En enero empezaron consultas pero para los estudios había que esperar entre 15 y 20 días. El turno para un ecodopler se lo dieron para marzo. Estuvo internado en el Hospital y ahora fue derivado a San Nicolas y está en terapia intensiva.
Son más los casos que no trascienden que los que cobran repercusión. Resignados a los médicos de cabecera y a los trámites los afiliados de Pami “agradecen” cuando les hacen las recetas y cuando van a la farmacia en procura de algún medicamento con cobertura del cien por ciento.
El resto, el que padece algún contratiempo, necesita un estudio o es víctima de una urgencia debe ir al Hospital porque desde el cierre de la Clínica San Pedro la atención desborda al cuerpo médico y administrativo. Ahora abrirán una nueva oficina e intentarán que haya médicos de cabecera en los consultorios pero la cifra mensual que percibe el prestador público es de diez millones de pesos. Un monto absurdo y paupérrimo que equivale a 20 sueldos de personal de carrera de esa obra social.
La historia de Liliana ya es “cadena de oración”. Su papá está muy grave en la clínica San Nicolás. “Qué tengo que hacer cuando vuelva a San Pedro para que esto no le pase a otro abuelo?”.
El hombre padece ahora una trombosis aguda de la aorta y los médicos le dijeron a la familia “si lo hubieras traído antes le salvaban las piernas, incluso la vida”.
Esta es la carta que se recibió para el programa Radio Cuarentena:
“En diciembre comenzó la peor historia de la vida de papá. No teníamos idea como era el funcionamiento de la mutual PAMI. Aquí va mi relato:
Su médico de cabecera se jubilaba en diciembre, entonces me dicen que solo hacía recetas y no lo podía atender. Tuvimos que esperar a enero, hasta que PAMI central designara un nuevo profesional. Mientras tanto, no aguantaba más el dolor y todavía caminaba.
El 24 de enero comenzamos con la primera consulta. Pedimos turnos a distintos especialistas y no hubo uno que lo atendiera en menos de 15/20 días, por falta de turnos y/o vacaciones.
El viernes del fin de semana de Carnaval pedimos la ambulancia y fue en un quejido de dolor. Previo a esto, una semana antes ya no caminaba.
Uno de los estudios era una eco Doppler. Pedí el 31 de enero a los dos lugares que tienen convenio con PAMI. Un turno era para el 3/3 y en el otro lugar, 7/3 .
El sábado de carnaval resuelven darle el alta. Palabras del doctor. “Te vas a tu casa para que no pases el finde largo en guardia”. Solo le ponen una sonda porque no podía orinar. Le hacen una ecografía de la que nunca nos dieron resultado y lo llevamos a upa a la casa y el dolor de las piernas cada vez era peor.
El miércoles volvemos. Le aplican dos inyecciones y vamos a casa. Seguía empeorando. El jueves volvemos y ahí sí, por un doctor que se ocupó y se dedicó hacer su trabajo, lo internaron. Ojalá supiera su nombre para agradecerle. Le hacen por fin el famoso eco Doppler. No había camas ni en la UOM ni en Moreno.
Después de casi un día esperando para el traslado, mientras las horas pasaban y el dolor era insostenible, llegué con el a la clínica San Nicolás, donde el cuadro cada vez fue peor.
“Si lo hubiese traído antes, le salvaban las piernas, incluso la vida”. Textuales palabras del médico de guardia y otros médicos. Nadie entendía por qué lo dejaron pasar tanto.
Hoy lo tenemos desde el día de ingreso con un cuadro irreversible en terapia intensiva, esperando un milagro.
Liliana silva
Cristina silva
Alicia silva
Manuel Silva
Marcos silva
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