Paciente de IOMA asustada por los precios de sus medicamentos
Tiene su obra social, certificado de discapacidad y un resarcimiento de ATE para la medicación que necesita tras haber sufrido tres ACV. Era auxiliar docente y necesita una gran cantidad de remedios.
María Alejandra Sánchez no sale de su asombro y llega con el presupuesto de la farmacia a La Opinión para lamentar no poder comprar uno de los diecisiete medicamentos que debe tomar a diario.
Siempre contó con cobertura total, entre IOMA y ATE alcanzaba para las prescripciones de sus medicamentos crónicos y para los que le recetan especialmente pero el martes por la mañana estaba preocupada porque en la farmacia le informaron que debía pagar poco más de 18 mil pesos por unos comprimidos que en total cuestan más de 27 mil.
“Se robaron todo”, dice y luego precisa que “acá en San Pedro, no”, María Alejandra Sánchez.
En la nota relata cuál es su situación, por qué su obra social la deriva a un hepatólogo a Pergamino para el que no hay otro transporte que no la obligue a pasar primero por Buenos Aires. Cuenta que terminó en la salud pública de Entre Ríos donde ese profesional puede atenderla sin obra social y desnuda cómo es la realidad de un sistema que hace agua por todos lados si se toma en cuenta la multiplicidad de erogaciones que demanda la paciente y el tiempo que le lleva de vida lidiar con cuestiones burocráticos. “Se robaron todo”, dice y luego precisa que “acá en San Pedro, no”.
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