Pablo Guacone, tras su regreso al atletismo: “Cuando iba a la escuela, no me ganaba nadie”
El exintendente de 51 años compitió la semana pasada en el Campeonato Nacional para masters en la pista del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) de Capital Federal. En diálgo con La Opinión, se mostró orgulloso de lo que logró, invitó a las personas "de cualquier" edad a hacer deporte y recordó sus inicios en la actividad en la que se destacó desde niño, tal como manifestó avalado por quienes lo observaron alguna vez.
Antes de ser el intendente de San Pedro, Pablo Guacone fue un gran atleta. Y no sólo él mismo lo manifiesta sino también quiénes lo conocen desde antaño y hasta enfrentaron en alguna que otra carrera. "Cuando iba a la Primaria en el Normal, no me ganaba nadie en 100 metros, era el más rápido. Después en la Secundaria en la Industrial ganaba mi categoría en los intercolegiales, gané dos zonales y fui a correr a dos Provinciales donde me mataron a palos porque eran tipos federados que entrenaban todas las semanas. Yo entrenaba tres semanas antes con "Tito" Franzoia que me decía que tenía que ir a tal lado a correr", contó a La Opinión luego de haber competido la semana pasada en el Campeonato Nacional para masters que se desarrolló hoy en la pista del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) de Capital Federal con organización de la Confederación Argentina de Atletismo (Cada).
En la categoría 50-54 años, Guacone llegó octavo entre catorce atletas pero para él fue como si "hubiese ganado" por diferentes obstáculos que atravesó además de estar "pasado de kilos": "Empecé a entrenar a fines de agosto y hace un mes me desgarré el hombro derecho corriendo. El último mes no pude entrenar y, si pongo eso y que hace 23 años que no corría a fondo, no se puede imaginar la alegría que tenía; más en una disciplina del atletismo en donde no hay margen de error como en una carrera de mayor distancia".
Además, admitió que todo fue "una novedad más que sorprendente" y que no podría "transmitir la imagen" que le dejó competir contra "tipos trabajados y que se conocían todos" de diferentes certámenes. "Al Cenard viene el país, en una pista de tartán que nunca pisé en mi vida. Yo me levanté a la madrugada, agarré mi camioneta y salí con el entrenador que me preparó en estos tres meses. Cuando llegó a la largada, -continuó- cada uno con su bolsita, yo no tenía una ni botellita de agua y los demás tenían de todo, todo un equipo increíble. Otro en mi lugar, por la lesión en el hombro, no hubiese ido. Cuando terminé la carrera, hubiese necesitado un pañuelo para colgarme el brazo porque no lo podía sostener. Tenía un dolor impresionante", añadió.
Sobre su preparación, remarcó que Leonardo Bargues le enseñó "técnicas que no sabía" a pesar de sus 51 años y que "aprendió ahora" en tres meses por lo que no podía "pretender llegar al tope", sobre todo porque lo suyo "fue siempre voluntad y alma".
También, sostuvo que "hay que estar muy prerapado mentalmente y físicamente" pero que "todos" tienen "posibilidades" en alguna "etapa de su vida". Y destacó: "Vi carreras de 100 metros de tipos de 80 años, obviamente a su velocidad, pero que pueden llegar a los 50 metros y el corazón se te frena porque el esfuerzo que hace el cuerpo en cien metros es tremendo. La gente se tiene que animar a hacer deportes, sea el que sea".
Por último, dejó en claro que le "gustaría tener una segunda oportunidad a mediados de 2019" para tener "cinco o seis meses" de entrenamiento. "Lo que hice en el Nacional fue un piso, tengo todo por crecer. Si me lo propongo y bajo de peso tengo mucho por mejorar. Pero tiempo al tiempo, no me quita el sueño aunque me gustaría tener otra oportunidad. Miro la mitad del vaso lleno y me alegra mucho", cerró y le agradeció a sus hijas, sus profesoras de pilates que consideró le "cambió la vida" y a su papá, Rolando Rubén Guacone quien le inculcó el deporte y sobre quien aseguró que nunca le pudo ganar una carrera de niño.