Otro policía detenido y complicado
Un efectivo de la Comisaría local quedó implicado en un caso de presunto gatillo fácil al participar de un hecho cuyas alternativas surgieron con el correr de los días. El policía ya fue separado de su cargo, detenido y la Justicia agravó la carátula de la causa en la que está involucrado.
Con el paso de las horas y los peritajes primarios que se efectuaron tras el hecho, muchos elementos fueron dejando en claro que detrás de un presunto operativo efectuado en un barrio de la ciudad se escondía otro caso mucho más grave y que, por cuarta vez en menos de un mes, involucra a un efectivo policial de la Comisaría San Pedro.
De allí se desprende, otra vez, que la capacitación y formación que reciben los jóvenes que ingresan a las escuelas que el Gobierno provincial abrió con el fin de poblar el territorio de policías, evidentemente, no es la mejor y que el plan es que haya uniformes en la calle a cualquier precio.
El oficial Lucas Ramírez quedó detenido luego de que el Juzgado de Garantías de turno hiciera lugar al pedido del Fiscal Marcelo Manso. Además ordenó el cambio de carátula por un tipo penal más complicado: pasó de ser un presunto Abuso de Arma a un caso de Lesiones Graves.
El policía y otros dos compañeros que participaron del operativo fueron aprehendidos el mismo sábado luego de que se estableciera que la bala extraída al joven herido era una 9 mm. similar a la que utilizan los efectivos de la Bonaerense. Además, dos testimonios aportados por testigos que narraron una situación parecida a la que reconstruyó el Fiscal permitieron llegar a la conclusión de que lo que los efectivos contaban era por lo menos dudoso. Luego de declarar, los dos compañeros de Ramírez quedaron en liberad.
Todo lo aportado hasta el momento hace suponer que el funcionario detenido es quien efectuó los disparos y desde una distancia muy corta.
Más allá de lo sucedido en la noche del viernes, no hay demasiadas explicaciones del porqué los policías no informaron lo sucedido y dejaron librado al azar todo tipo de hipótesis sobre lo que realmente pasó, aunque en principio se habló de un “incidente entre vecinos”.
Lo particular del caso es que, en un primer momento, el herido relató a un hermano que fue golpeado en su cabeza mientras caminaba por una calle del barrio. Al despertar advirtió fuertes dolores abdominales y junto a su propio hermano fue llevado al Hospital.
Por ahora solo se pudo recepcionar la declaración a dos testigos, más el relato de los policías que en un principio aparecían como implicados. En cambio, el acusado Ramírez se negó a declarar, automáticamente quedó a disposición de la Justicia y alojado en la propia Comisaría hasta que se dispuso su traslado a una dependencia de Capitán Sarmiento.
Pelea, confusión y tiros
De a poco se pudo ir rearmando esta historia para entender qué fue realmente lo que pasó. Los policías fueron convocados debido a un incidente que se estaba produciendo entre vecinos del barrio Bajo Cementerio. Allí los efectivos intervinieron y como resultado de la interposición lograron aprehender a uno de los violentos.
Según se pudo establecer, en el momento en que el móvil se retiraba del lugar con el joven a bordo, otra persona les salió al cruce exigiendo la liberación de su vecino.
Allí se generó otro incidente que terminó con golpes, disparos y una persona gravemente herida con un disparo en la cadera y otro en la pierna derecha. El herido fue identificado como Waldemar Weis, un joven de 32 años con antecedentes y sobre quien pesaba un pedido de captura por un hecho de robo calificado y abuso de arma acontecido hace algo más de un mes.
El joven fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital local y permanece internado con pronóstico reservado.