Otro hallazgo y van…
Parte de la coraza y la cola de un mamífero que vivió en la zona fueron descubiertos por integrantes del Grupo Conservacionista de Fósiles de San Pedro a escasos tres kilómetros de la ciudad.
Días atrás, el equipo del Museo Paleontológico, investigaba el lugar junto al Dr. Ricardo Pasquali, profesor de la UBA, la Universidad Católica de Salta y permanente colaborador del conjunto de sampedrinos fanático de este hobbie, cuando dieron con parte de la coraza del mencionado ejemplar y posteriormente, mientras seguían las minuciosas tareas, hallaron la cola de púas absolutamente completa. Con la paciencia necesaria como para evitar que este elemento fósil se desintegrara por el delicado estado de preservación que presentaba, los integrantes del grupo lograron extraer el material, protegido por una cubierta de yeso que les permitió trasladarlo al taller de restauración del Museo. La cola de estos “animalitos” de la prehistoria llegaba a medir entre setenta y ochenta centímetros de largo y está formado por una sucesión de anillos concéntricos que van de mayor a menor, compuestos por placas adaptadas en forma de afiladas púas que le servían para defenderse de los posibles ataques de otros animales, imponiendo un aspecto peligroso. El Neothoracophorus es el nombre de esta nueva especie que pasará muy pronto a habitar las salas del caserón de la calle Pellegrini donde funciona el Museo Paleontológico. El nombre del nuevo integrante de la colección proviene del griego “thorako-phóros”, que significa “acorazado” y vivió hace miles de años en la región, donde caminaba apaciblemente por llanuras de pastizales abiertos, escapando de los carnívoros que dominaban estas tierras, hace más de cien mil años, en la Edad Lujanense. Eran herbívoros y su talla rondaba los dos metros de longitud. Habitaron durante el Pleistoceno de la región pampeana y su nombre científico, les fue puesto por Ameghino en el año1889.