Tal como sucedió en agosto pasado, vecinos y vecinas de la zona del barrio 291 Viviendas denunciaron el envenenamiento de perros y sospechan que se habría producido a través de la ingesta de comida que les dejaron adrede.

Son varias las mascotas que sufrieron la situación. Natalia y su esposo, vecinos de la zona, contaron en Radio Cuarentena que “se mueren en cuestión de minutos”, por lo que entienden que “el veneno es muy fuerte”.

Aseguraron que tanto en el caso del perro de su familia como en el de otros habitantes del barrio, hallaron cerca de donde se produjo el deceso carne que podría haber sido envenenada a propósito para dañar a los animales.

“Una chica tomó una muestra para mandar a analizar”, revelaron y pidieron a las autoridades competentes que tomen cartas en el asunto. Si bien habría sospechas sobre la autoría, nadie en el barrio se anima a aventurar quién podría ser el responsable de la situación.