Oscar Branchini fue trasladado a la cárcel de Baradero
El imputado por el secuestro de 2002, está alojado en la Unidad Penal Nº 11 de la vecina ciudad desde hace tres meses. La Justicia le otorgó este beneficio por su buena conducta y porque al igual que Mercedes Fusi, cumplirá, mañana, cuatro años tras las rejas. Realiza trabajos en la panadería que funciona en la cárcel, y visita periódicamente a su familia.
Más cerca de su familia y a la espera de una libertad condicional, transcurren ahora los días de Oscar “Maradona” Branchini, el hombre que fue sentenciado en Septiembre del año pasado a seis años de prisión por su participación en el secuestro extorsivo de un menor de 12 años.
Hace tres meses, la Justicia lo benefició con un traslado a una cárcel de régimen abierto y semiabierto, teniendo en cuenta su excelente conducta en los cuatro años que lleva tras las rejas, y por eso fue derivado a la Unidad Penal Nº 11 que funciona en Baradero.
El director de esta institución, el Inspector Mayor Guillermo Horacio Paniagua, confirmó a este medio que Branchini es uno de los 65 internos que está alojado allí por su buen comportamiento. “El estaba en San Nicolás, que es una cárcel de estricta seguridad, pero en virtud del tiempo que lleva detenido, su buena conducta, y el resultado de estudios psicológicos que se le realizaron, se le otorgó un régimen más atenuado”, explicó a La Opinión.
La unidad que dirige Paniagua ofrece diferentes alternativas de salidas periódicas, que dispone la Justicia. En el caso de Branchini, puede salir una vez por mes, de 24 a 48 horas, y dirigirse únicamente a San Pedro para visitar a su familia.
“A todos los internos se los controla y para eso se elabora un acta compromiso. Branchini se marcha a la mañana solo o con un familiar que lo venga a buscar, pero hay otros casos de salidas con custodias”, aclaró Paniagua.
La cárcel de Baradero posibilita a sus internos diferentes actividades diarias. Cuenta con un predio de 86 hectáreas donde desarrollan tareas rurales y trabajos en distintos emprendimientos.
“Tenemos personal capacitado para enseñarles, y cada uno elige qué hacer”, dijo el director.
Desde su llegada, Branchini se desempeña en el sector de panadería, donde vuelca conocimientos adquiridos en la cárcel de San Nicolás porque allí también estaba dedicado a este oficio. “Es una persona muy correcta, nunca generó un inconveniente”, afirmó el responsable de la unidad.
Libertad cercana
El 24 de Agosto se cumplen cuatro años exactos del arresto de “Maradona” Branchini y Mercedes Fusi, por la misma causa. En Septiembre del año pasado, la Justicia los condenó a seis años de prisión efectiva por su responsabilidad en el secuestro extorsivo ocurrido el 22 de Agosto de 2002. Los dos gozaban entonces de salidas transitorias del penal. Este régimen continuó igual después del juicio abreviado, pero desde mañana, cuando se cumplen cuatro años de la detención habrá transcurrido el tiempo reglamentario para solicitar un beneficio mayor: la libertad condicional.
El estricto silencio que ambos mantienen y la reserva de sus familiares hacen que poco trascienda sobre su vida actual. Pero seguramente, ambos viven sus días soñando con un futuro diferente cuando llegue el momento esperado de reinsertarse en la sociedad.
Alejandro Puccio, un compañero especial
En la misma unidad carcelaria en la que está alojado Branchini, se encuentra cumpliendo su pena Alejandro Puccio, el joven acusado de integrar una banda de secuestradores dirigida por su padre que cometió varios crímenes en la década del ’80, entre otros de los empresarios Ricardo Manoukián, Eduardo Aulet, y Emilio Naum. Puccio, un rugbier de San Isidro, fue condenado a cadena perpetua y desde hace un año, derivado a la cárcel de Baradero por su excelente conducta.
“Es una persona reservada, que no quiere hablar de su pasado. No ha aceptado entrevistas hasta ahora. Además, tiene un problema de salud porque en el momento en que fue condenado se arrojó de un quinto piso, y sufre todavía las secuelas”, dijo el director Paniagua reconociendo que diversos medios periodísticos han intentado obtener un testimonio de este oscuro personaje de la historia criminal argentina.