Orden de detención para Galloso y un BMW en un caso de piratas del asfalto
Una persona de apellido Galloso permanece alojada en la Comisaría tras ser considerado partícipe de una banda de piratas del asfalto que en la madrugada de ayer asaltó un camión que transportaba productos lácteos. Buscan a un BMW cuyos ocupantes se tirotearon con la policía y sirvieron de escudo para la huída.
Las andanzas de las bandas de piratas del asfalto son moneda corriente en la región y el grado de impunidad con el que se manejan lleva a pensar en connivencia, zonas liberadas y “pescados gordos”.
Mientras la Justicia investiga y determina algunas cuestiones vinculadas a la complicidad entre policías y delincuentes –causa por la cual hay siete personas detenidas–, en la madrugada del martes se produjo otro hecho en jurisdicción de nuestra ciudad con un agravante: la única persona involucrada hasta el momento es oriunda de San Pedro. Se trata de Daniel Galloso, de 41 años de edad, sobre quien pesa ya un pedido de detención por parte del Fiscal Marcelo Manso. La noticia se manejó con un llamativo hermetismo hasta que explotó por los medios.
Siempre se habló de la presencia de estas bandas en la zona, y no es la primera vez que se los intercepta, aunque los resultados nunca fueron los esperados. Sólo se recuerda un caso registrado hace algo más de un año, cuando un camión cargado con indumentaria deportiva fue robado e ingresado por equivocación en un campo del paraje La Buena Moza. Allí quedó en claro que había participación sampedrina y, con lo sucedido ayer, se podrá establecer que las actividades ilícitas persisten y si se “escarba” algo más podría encontrarse el fondo de la cuestión, aunque eso ya es cuestión de la Justicia.
El hecho está en plena investigación pero hay quienes se animan a hilvanar historias y hacer diversas conjeturas sobre quiénes están involucrados y a qué lugar irían a parar las cargas. Es más, hasta se habla de reconocidos apellidos de la ciudad que con una creciente impunidad se manejan con soltura y a la vista de vecinos que se asombran por su constante crecimiento económico.
Extraoficialmente se supo que existen datos por demás de relevantes y que, en caso de prosperar algunas hipótesis, esta causa sería igual o más escandalosa que en la que se investiga a los poli piratas.
Camión a la vista
El hecho tuvo lugar cerca de las 03.00 de la madrugada del martes, cuando un camión Scania gris perteneciente a la empresa Salivan SRL, oriunda de Villa María, Córdoba, que transportaba productos lácteos, fue interceptado por al menos dos vehículos en inmediaciones de la estación de servicio Petrobrás, ubicada sobre el carril Rosario – Buenos Aires, a escasos kilómetros del ingreso a la ciudad de Baradero.
Uno de los vehículos fue utilizado para trasladar al chofer, quien fue privado de su libertad de inmediato mientras el camión era abordado por los delincuentes, que emprendieron viaje en sentido a nuestra ciudad por la Ruta Nacional Nº 9. En su trayecto, sobre el kilómetro 161, en cercanías del parador La Serena, el rodado se encontró con una patrulla policial que prácticamente se topó con un BMW negro cuyos ocupantes comenzaron a disparar contra el móvil. El veloz y suntuoso vehículo hacía las veces de apoyo al camión y distrajo con la balacera la huida del rodado pesado.
Según relata la policía, la patrulla no abandonó la persecución, pues si bien el BMW huyó del lugar en sentido a Capital Federal, el camión emprendió la fuga en sentido a la Ruta 191, y efectivamente a los pocos metros de haber transitado por ese camino fue hallado abandonado y con toda su carga a bordo.
Ya con apoyo, la policía rastrilló el lugar y en cuestión de minutos atrapó a quien presuntamente lo conducía, un sujeto sampedrino de 41 años que dijo “trabajar para una persona de la zona”. Según lo confirmó el Jefe de la Policía Departamental Hugo Prado, el sospechoso trabajó como chofer de camiones hasta no hace mucho tiempo y tiene domicilio sobre el kilómetro 159 de la Ruta Nacional Nº 9.
Mientras tanto, se logró establecer que el chofer del camión privado de su libertad había sido abandonado en el partido de Lanús.
En cuanto al pirata capturado, quedó alojado en la Comisaría local y ayer a última hora se presentó en la Fiscalía ante el Dr. Marcelo Manso, en donde efectuó su descargo y regresó al calabozo de la dependencia policial.
Patas cortas
y conocidas
En los casos abordados por La Opinión referidos a piratas del asfalto, los apellidos golpean con violencia inusitada. Las bandas pueden estar compuestas por especialistas de otras jurisdicciones y su lógica de operación suele ser largamente estudiada en estaciones de servicio o paradores.
La presencia del BMW no parece casual y el intento de persecución deja varios signos de interrogación. Allí está puesta la mirada del Fiscal Manso. Su vasta experiencia en zonas del Gran Buenos Aires le permite deducir que los vehículos son una clave para el esclarecimiento de estos hechos.
Los especialistas sostienen que en casos de piratería “con destino fijo o arreglado” el auto que se utiliza no siempre es robado; por el contrario, “conviene utilizar dos o tres veces un auto propio” y luego enajenarlo, dijo una alta fuente de la investigación.
Desde la “banda de la soja” y el camión comprado a precio irrisorio en el Gran Buenos Aires por la madrugada, todos los hechos han tenido coincidencias al menos en los estudios jurídicos que se eligen y la suerte de sus defendidos: la libertad.
En esta ocasión todo fue “oportuno”. Los escándalos desatados por la vinculación de policías en la zona de Ramallo parecen gritar que “no sólo eran ellos”, porque los hechos continúan y es necesario esclarecer alguno para dominar la estadística que necesita imperiosamente el Ministerio de Justicia y Seguridad.
La causa está caratulada “Robo Calificado, Robo de automotor, Privación ilegítima de la libertad y Asociación ilícita”. Bajo esos cargos, y tras tomarle declaración, el Fiscal solicitó la orden de detención al Juez de Garantías para Daniel Galloso.
Su declaración presenta algunas aristas dudosas. Por lo pronto, se habría presentado contradictorio y muy nervioso, dando lugar a suponer que no cuenta con larga experiencia en la comisión de ilícitos de esta envergadura. Quienes investigan el caso no se atreven a calificar su grado de responsabilidad. Desde el momento de su aprehensión, la Fiscalía sólo cuenta con 24 horas para mantenerlo en esa condición, motivo por el cual se sabe que, por los cargos que pesan en su contra, la ratificación de la detención podrá estar firme en la mañana de hoy.
Según los vecinos de Río Tala, Galloso trabajaba para una persona de la zona en un campo ubicado a poco menos de 400 metros del acceso a la localidad. El verdadero chofer del camión que transportaba lácteos logró reconocer la vestimenta del acusado pero aún “no hay un solo dato que me permita aseverar que hay otros sampedrinos” en la comisión del ilícito, señaló una de las fuentes consultadas.
Mujer que espera
Manuel Daniel Galloso no está solo. Su esposa y algunos de sus hijos habitan con él en la casa de la finca que se encuentra a metros de la Ruta 9 en el acceso a Río Tala. Ella esperaba hasta anoche a las 20.30 el regreso de su pareja sin saber que había sido detenido. Según las personas que percibieron su sorpresa al darse a conocer la noticia, la mujer estaba convencida de que Galloso había salido con un camión para llevar un cargamento de plantas.
En la tranquilidad de su hogar, la mujer esperaba con sus hijos que su pareja retornara en ese camión después del viaje que había iniciado ayer, hasta que supo a últimas horas del día que estaba detenido e involucrado en una causa de piratería del asfalto.
La tranquera que precede al camino lleva directo al sitio en el que Galloso declaró que volvía para pasar la noche junto a su familia ante las autoridades judiciales.
El ahora detenido trabajó durante muchos años para un reconocido vivero de la zona, y últimamente se desempeñaba como transportista de un vivero.
El campo que pertenecía a una conocidísima familia talense pasó a manos de un reconocido empresario sampedrino con fuertes inversiones en la ciudad, pese a que la titularidad del predio hoy se registra bajo otro nombre.
Si esto es así cómo se relata, ¿a quién se le pasó por alto que hay un camión con plantas que desapareció y cuyo paradero se desconoce?