Operan al propietario de la panadería donde se accidentaron los hermanos Iglesias
Federico Braendt permanece internado en el Hospital local y este jueves será sometido a una intervención quirúrgica. Su esposa informó que está "preocupado por los chicos", en alusión a la salud de Agustín y Diego Iglesias, que están en el Instituto del Quemado, y que no se encuentra bien de ánimo. El comercio sigue cerrado, con dificultades para tramitar la habilitación.
A 10 días del accidente que se produjo en una panadería ubicada en Manuel Iglesias al 2100, los tres heridos del caso permanecen internados: los hermanos Agustín y Diego Iglesias en el Instituto del Quemado, y Federioc Braendt, propietario del comercio, en el Hospital local.
Este jueves, Braendt será sometido a una intervención quiúrgica a raíz de las quemaduras que sufrió en el cuerpo durante el siniestro que tuvo lugar cuando conectaron un tubo de 45 kilos de gas a uno de los hornos de la panadería.
"Él está bien, un poco asustado por la operación y preocupado por la salud de los chicos allá", dijo a La Opinión Claudia, esposa de Braendt, y agregó que no se encuentra bien de ánimo a raíz de todo lo sucedido.
En la familia, la preocupación también pasa por las dificultades para reabrir la despensa y panadería, comercio que fue clausurado por Inspección municipal a raíz de la carencia de la habilitación correspondiente.
"No tenemos ingresos porque no pudimos solucionar lo de abrir el negocio, estamos sin recursos, nadie se acercó a preguntar si necesitábamos algo", señaló Claudia, que este miércoles recibió una intimación del Juzgado de Faltas para que su marido se presente por la clausura.
"Él está internado. Yo ya fui y me tienen a las vueltas. Estoy desesperada. Me da bronca porque te exigen, te exigen y no te dan ninguna solución. Necesitamos abrir, tenemos muchas cuentas que pagar y no tenemos un peso", señaló
La despensa y panadería donde ocurrió el incendio fue clausurada por personal de Inspección la semana pasada, luego de que la familia Braendt reabriera sus puertas ya que el negocio es el único ingreso con el que mantienen la vida cotidiana y del que pueden disponer para colaborar con los Iglesias.
La carencia de habilitación municipal provocó la medida y las posibilidades de cumplir con el trámite son complicadas, en la medida en que el comercio está emplazado en los terrenos conocidos como barrio El Argentino, cuya conformación como vecindario fue producto de una toma irregular de tierras que luego el gobierno avaló con un proceso de urbanización.
Federico Braendt comenzó a trabajar como panadero en su adolescencia, cuando aprendió el oficio. Desde entonces, siempre estuvo en el rubro. Trabajó en varias panaderías reconocidas hasta que logró instalar su propio negocio.
La semana pasada, atendió a La Opinión en su cama de convaleciente en el Hospital, en una habitación que no reúne las condiciones para un paciente de sus características.
Internado, con el cuerpo quemado, a la espera de una derivación que le permita mejorar el contexto de recuperación y con una intervención quirúrgica programada, contó lo que sucedió ese día y expresó que su preocupación mayor es la salud de Agustín y Diego, sus empleados, sus compañeros de trabajo.