Once años de prisión para el asesino de Rubén Pérez
Ayer al mediodía, se conoció el fallo del Tribunal que condenó a Alberto Lafuente, a 11 años de prisión de cumplimiento efectivo.
Alberto Andrés Lafuente, único imputado por el asesinato del comerciante Rubén Pérez, fue condenado a 11 años de prisión efectiva. Ayer al mediodía se conoció el falló del Tribunal, luego de tres días de juicio oral y público.
Así lo indicó el jurado, integrado por la Dra. María Belén Ocariz, los jueces Laura Fernández, el Dr. Jorge Baldarenas, y la Secretaria Dra. Albertina Dávila. Tras escuchar con atención el relato de los testigos, sumados a las pruebas reunidas por la investigación que efectuó la Fiscalía Nº 3 a cargo del Dr. Vicente Botteri, se lo halló culpable.
Luego del desfile de testigos, la Fiscalía solicitó 16 años de prisión para Lafuente. Por su parte, la defensa a cargo del Dr. Pablo Pratti, había solicitado su absolución.
La condena para Lafuente será de cumplimiento efectivo, ya que al ser una persona con antecedentes y reincidente, no podrá ser beneficiado por el sistema de la libertad condicional o reducción de pena.
Tres días
El juicio oral y público comenzó el miércoles pasado en los Tribunales de San Nicolás. Por los estrados desfilaron más de treinta testigos aportados por la fiscalía y la defensa de Lafuente. Familiares, amigos y testigos ocasionales fueron citados para aportar los datos necesarios que sirvieran para poder determinar qué fue lo que ocurrió aquella trágica noche. Los testimonios que se escucharon no fueron muy diferentes a lo que ya se conocían. Los allegados al imputado aseguraron que es inocente y que en la noche del asesinato Lafuente estaba en otro lugar.
En realidad los relatos no fueron demasiado determinantes en cuanto a las causas principales del hecho, solo se escuchó cada una de las versiones y se trató de armar una historia que termine de confirmar con firmeza como sucedió todo.
Si bien nunca se encontró el arma, de donde salió el disparo que le produjo la muerte a Pérez, está acreditado que hubo alevosía y que existió una herida de arma de fuego que le produjo la muerte. Es cierto que esta situación podría haber beneficiado a Lafuente, porque tampoco se le encontraron elementos comprometedores el día que se allanó su vivienda para detenerlo. Aquí es donde fueron de sumo valor los relatos de algunos testigos, que sin precisar cuestiones que lesionen la intimidad de la familia aseguraron que vieron cuando Pérez y Lafuente estaban discutiendo momentos antes. Otros, relataron que observaron el fogonazo del arma y el estampido del disparo. Eso fue finalmente lo que incriminó a Lafuente y terminó condenándolo. Esta historia se cerró sin que logre conocerse con detalles que fue lo que ocurrió y qué llevó al asesino a tomar semejante determinación.
Cerrado el juicio, quedarán guardados en los archivos de Tribunales, todas las dudas que jamás fueron disipadas, como por ejemplo el móvil del asesinato. Caso pasional o robo, son sólo dos de las hipótesis, aunque la primera opción sería el principal motivo que acabó con la vida del conocido comerciante.
Noche trágica
El hecho se produjo en la noche del 7 de Diciembre de 2004. Alrededor de las 21 horas, el Ford Falcon color celeste que guiaba Rubén Pérez, impactó contra la pared de una vivienda ubicada en Aníbal de Antón al 1700. Los testigos que declararon en el juicio oral, aseguraron que alcanzaron a escuchar una fuerte acelerada y el choque contra la casa. De esa situación, se desprende que Pérez ya venía desvanecido y su auto se descontroló hasta dar con la chimenea de la vivienda.
Minutos después fue trasladado al Hospital local, donde se le detectó una herida de bala, la misma que le produjo la muerte.
Las versiones de algunos testigos ocasionales que habían observado a Pérez, discutir con Lafuente, llevaron a los investigadores a sospechar que podría tratarse del homicida. Se llevó a cabo un rápido procedimiento en la casa de Caseros 1195, logrando detener a quien fue siempre el principal acusado.
Las pericias y los testimonios indicaron que todo sucedió en el radio de esas cuadras. Finalmente, eso fue lo que llevó a los investigadores a sentar a Lafuente en el banquillo de los acusados.