Ocho mil pesos por mes para pelearse y no saber ni el reglamento
La última sesión en el Concejo Deliberante transcurrió entre gritos, insultos, invitaciones a pelearse y estuvo al borde de las agresiones físicas. Oficialismo y oposición protagonizaron una bochornosa jornada en la que votaron dos veces lo mismo porque “no se habían dado cuenta” de una equivocación.
“Sos un verdadero hijo de puta”, gritó el Presidente del bloque Justicialista Daniel Monfasani al miembro de Acción por San Pedro Martín Pando, a quien luego trató de “mocoso atrevido”. Antes, un grupo de trabajadores de Uatre había rodeado a su hijo y también Concejal Matías, increpándolo.
De ese tenor fue la última sesión de los bien pagos (8.000 mensuales) representantes del pueblo sampedrino. Un proyecto de resolución para opinar sobre una cuestión de índole nacional que debe resolver el Congreso y una moción en el recinto que mostró las grietas en el bloque oficialista, fueron el detonante.
No bien comenzó la sesión, el clima estaba tenso. Entre las cuestiones a tratarse había un proyecto de resolución presentado por el oficialismo –o parte de lo que en los papeles quedó de la época de Barbieri– redactado por el Concejal Martín Pando, donde repudiaba el proyecto de modificación del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), que tratará el Congreso de la Nación mediante una presentación del Gobierno Nacional.
La idea original era que el proyecto pasara a Comisión para su análisis. Así lo habían dispuesto en las reuniones de labor legislativa, donde los presidentes de bloque acordaron el tratamiento de los expedientes elevados para esa sesión.
Sin embargo, Pando mocionó para tratar el proyecto sobre tablas y comenzó la disputa. Monfasani se enojó porque no se respetaba lo acordado en la reunión de labor legislativa y la votación tuvo lugar con esa discusión.
El resultado fue diez votos a favor y siete en contra. Noemí Bordoy, a cargo de la presidencia del Concejo por licencia de Sergio Rosa –que atraviesa días complicados por cuestiones familiares– dio por válida la votación y comenzó el problema.
Daniel Monfasani atacó a Bordoy, que votó a favor de la moción y había presidido la reunión donde acordaron enviar ese proyecto a Comisión. “No vamos a participar más en las reuniones de labor legislativa. No tenemos problemas, queríamos saber de qué se trataba, era una ley de más de 100 fojas, no teníamos tiempo. Todos estuvieron de acuerdo en pasarlo a comisión. Se ha faltado a la palabra, me parece una falta de respeto total de su parte”, le dijo.
De la misma manera se expresó la titular del bloque oficialista Margarita Frisch: “No pensé que iba a haber tantos votos por la positiva, teniendo en cuenta la posición por unanimidad que se tomó en la reunión de la labor legislativa. Esto lleva a que lo tratado allí pierda legitimidad. Planteamos un voto responsable, no apurado porque conviene. Este proyecto entró antes de ayer (por el martes)”.
Pando insistió con que la intención era darle visibilidad al tema y que era necesario “asumir la posición política” ante el proyecto de ley enviado al Congreso.
Hubo un cuarto intermedio solicitado por Frisch, para analizar un artículo del reglamento, ya que había serias dudas respecto a la votación de la moción presentado por Pando.
A partir de allí, pasó de todo. Votado entre gritos, concejales parados, discusiones cruzadas entre los ediles y el público presente, la interrupción de la sesión fue acalorada.
Pasillo delator
En el pasillo, fuera del recinto, Matías Monfasani fue increpado por un grupo de trabajadores rurales que, encabezados por Víctor Hugo Ríos y Horacio Neyra, habían ido a apoyar el proyecto.
De regreso al Salón Dorado, los ánimos estaban caldeados y hubo gritos, confusión, Monfasani llamó “hijo de puta” a Pando y lo invitó a pelear en la calle, los diálogos fueron encendidos y hasta estuvieron a punto de levantar la sesión.
“El reglamento habla de los dos tercios”, gritó Frisch. “Entonces pasa a ser más importante la labor legislativa que la propia sesión”, se exasperó Pando. “Y por supuesto, para qué te creés que hacemos las reuniones legislativas”, dijo Monfasani. “Silencio, silencio”, decía Bordoy sin que nadie le hiciera caso, e incluso llegó a decir: “Se da por levantada la sesión” y recibió un unánime “no conoce el reglamento”.
Allí, Bordoy dio por reanudada la sesión y convocó a votar un nuevo cuarto intermedio. “Si seguimos con este nivel de agresión, no seguimos con la sesión”, gritaba Víctor Secchi. “Bueno, tomo la decisión yo, pasamos a un cuarto intermedio, se pospone la sesión para otro día”, dijo Bordoy ante la sorpresa de todos, con el Subsecretario legislativo Fabián Vlaeminck que se preparaba para irse.
Pasaron a votar una moción de la Concejal Mari que se alcanzó a escuchar por los parlantes y pasaron a un cuarto intermedio de diez minutos que se extendió bastante más.
Al regreso, y no sin complicaciones, volvieron a votar la moción, que esta vez fue aceptada por unanimidad y el proyecto fue tratado sobre tablas y aprobado por diez votos positivos contra seis negativos –de los bloques justicialista y Peronismo Independiente de Mari y Maseda– y la abstención de Frisch.
Así, la sesión transcurrió envuelta en chicanas políticas, caprichos varios, desconocimientos, insultos y señales sobre una ruptura que parece no tener retorno al interior de lo que hasta no hace mucho era el bloque oficialista del Acuerdo Cívico y Social – Acción por San Pedro.
Voces sobre una disputa
Martín Pando señaló sobre la actitud de Monfasani: “No sé por qué se alteró tanto, las resoluciones se tratan siempre sobre tablas en la misma sesión que se presentan, por eso la moción. Si el concejal Monfasani no está de acuerdo, tiene que votar en contra” y agregó: “Esto es un nuevo caballo de troya del kirchnerismo, detrás de banderas nobles se esconden intenciones perversas”.
Por su parte, Monfasani expresó: “Me causa bronca que se plantee otra cosa de lo que se trató en Labor Legislativa, ir a sentarse a perder cuatro o cinco horas para ver cómo va a ser el tratamiento en la sesión para que vengan y la cambien porque hay público”.
En ese marco, Monfasani volvió a atacar a Pando: “Es un mocoso atrevido que me sacó de las casillas, estos tipos así que no tienen un norte no me interesa ni tratarlos. Con el prontuario que tiene, dejar colgada a la Unión Cívica Radical, presentarse en otra lista… no me merece ningún respeto”, disparó.
Matías Velo calificó a la sesión como “un mamarracho” y opinó: “Los concejales deberíamos dar el ejemplo, hoy he visto concejales que se han insultado terriblemente y casi llegan a otra instancia”.
Victor Secchi, oficialista que llegó al Concejo representando al Gen en el Acuerdo Cívico y Social, se refirió a las rupturas que hay al interior del bloque oficialista -donde existen serias diferencias tras la decisión del Intendente Guacone de expulsar a la cúpula del gabinete que le dejó Barbieri- y aseguró que analiza la posibilidad de crear un monobloque: “No hay reuniones de los ocho juntos. El bloque está unido en los papeles y desunidos en la práctica”, dijo.
Por su parte, el gremialista y esposo de la Concejal Mari, Néstor “Yayi” Chávez, criticó duramente a Pando sin nombrarlo: “Hay concejales que no tienen palabra, quieren mucho protagonismo y no respetan los acuerdos. Ni el Concejal que quiere tener protagonismo ni la Presidenta tienen noción de cómo es el reglamento del Concejo Deliberante”.
“Quieren destruir el Acuerdo Cívico”
La Vicepresidenta del Concejo Deliberante Noemí Bordoy, a cargo de la presidencia por la licencia de Sergio Rosa, señaló que lo que se discutió en el Concejo Deliberante está ligado a “intereses políticos” y aseguró que “hay una clara intencionalidad de dañar el Acuerdo Cívico y Social”.
En ese sentido, la Concejal referente de la Coalición Cívica local dijo: “Lo que puedo leer es lo que estoy viendo: Una presidenta de bloque no está representando y está votando por separado sin preguntarle si quiere que tenga tratamiento el proyecto que presentó un miembro de su bloque. Eso se tiene que dirimir y clarificar”.
Insistió con la “defensa de la institucionalidad” y señaló que “los concejales que tienen más experiencia tienen la responsabilidad de predicar con el ejemplo y son los que se violentaron”.
“Vamos a aplicar todas las sanciones que nos permita el reglamento”, dijo Bordoy y agregó: “No me respetaron en ningún momento, no respetaron la autoridad”.
Bordoy se quejó además por la publicación de este semanario respecto al cálculo del sueldo de los ediles. Ofreció su recibo de sueldo de mayo, donde consta su remuneración asciende a 5.737,20.
Eso antes del aumento del 27 por ciento, que llevará su remuneración a 7.286 pesos, un poco menos de los 8.000 que en promedio calculó este semanario. La diferencia está dada porque algunos tienen más antigüedad y cobrarán más.