Obras millonarias para “barrios inviables”
Técnicos de la Dirección de Hidráulica recorrieron la zona del CIC. Las obras que se necesitan para solucionar el problema de anegamiento de esos barrios implicarán mucho tiempo y mucho dinero.
En los años 90, el menemismo declaraba “inviables” a las provincias del norte, como si hubiera que condenarlas de un presente incierto a un futuro de escarnio. En San Pedro, hay barrios que en algunos sectores de la política son considerados de la misma manera. Los “inviables”, los que están “más allá de la 11 de Septiembre”, los que “no pagan las tasas” o “viven de los planes”.
Esos son los barrios que sufrieron el mayor embate de las lluvias. Son los que más obras necesitarán para evitar los anegamientos. Salazar calculó en 30 millones la inversión que permitirá que el sur de la ciudad no se inunde. Quienes analizaron las obras que necesitan esos barrios, creen que necesitarán mucho más para esa zona.
Ayer por la mañana estuvieron en San Pedro técnicos de la Dirección de Hidráulica, quienes recorrieron la zona del CIC para evaluar la situación, acompañados por el personal de Obras Públicas local.
Allí observaron las cuatro cuencas que atraviesan la zona, con las complejidades que ello implica. La semana que viene, los técnicos regresarán con más detalles para avanzar en el análisis.
El plan es que Hidráulica haga un proyecto hidráulico para la zona en estudio, con el que luego Obras Públicas planificará las obras que deben hacerse. Una vez esa carpeta esté definida, hay que salir a buscar recursos y financiación para llevarlos adelante. Al menos la Gobernadora Vidal dejó un compromiso al respecto (ver página 4).
Los técnicos no dijeron demasiado. Sus rostros fueron de duda. Como los legos, estos expertos saben que esos barrios fueron construidos sin haber levantado el terreno al nivel del resto de la ciudad, por lo que están en un verdadero pozo que ni siquiera soporta los estándares de 30 milímetros por hora de desagote.
Hay que hacer un estudio, ver la cuenca que más conviene para sacar el agua, y ninguna decisión es decisión fácil.
A las soluciones técnicas deberán imponerse las sociales, para no volver a errarle. Si la zona necesita una depuradora -que no se sabe cuándo se construirá porque declararon desierta la licitación (ver página 6)-, también se necesita la generación de conciencia para no arrojar cualquier cosa a los desagües cloacales.
“El proyecto se puede hacer, los fondos pueden aparecer, pero cómo se convierte a esa zona en algo habitable, no lo sabemos. La infraestructura no está acorde con los terrenos”, dijeron a La Opinión técnicos que conocen del tema pero que prefieren no hablar en público para que no se confunda con una opinión política, ya que creen que mucho de lo que se planificó ahí estuvo relacionado con las premuras propias de las elecciones.