Obras con fondos de Provincia y cronograma de mantenimiento de barrios hasta 2017
El Secretario de Obras Públicas, Jorge Ponzio, abrió sus puertas a La Opinión para dialogar sobre los cuatro meses de gestión pasados y los planes a futuro. Tras recibir el visto bueno de Provincia para las obras de infraestructura planeadas, avanzan en los proyectos. La tarea de mantenimiento en los barrios que ya empezó tiene cronograma hasta agosto del año que viene.
El Secretario de Obras Públicas Jorge Ponzio y el Subsecretario Hugo Días comparten oficina, planes, proyectos, lógica de trabajo y aspiraciones de dejar una marca en la gestión Salazar.
Con carpetas, planos y cronogramas de tareas recibieron a La Opinión tras el anuncio del Intendente sobre la aceptación por parte de Provincia de las obras de infraestructura planificadas con los 67 millones del presupuesto provincial, que en realidad son 47 para obras y 20 que van destinados a seguridad.
Con un equipo de 150 personas a cargo, Ponzio y Días tienen trabajadores en la calle todos los días. De la misma manera, reciben a diario reclamos que cargan en una computadora donde programan cómo será la intervención urgente y cómo la planificada, que prevé tareas de mejoramiento en todos los barrios sampedrinos desde ahora y hasta agosto de 2017.
En pocas semanas harán una presentación a la comunidad sobre las iniciativas para el año, entre ellas el ambicioso proyecto que permitirá evitar los problemas de escasez de agua en el verano y el que pondrán en marcha en la costa, con repavimentación de la avenida incluida.
En diálogo con La Opinión, recorrieron algunos de los temas que serán parte de esa presentación.
La plata de Provincia
La semana pasada, el Intendente Salazar se reunió con el Ministro de Infraestructura, a quien llevó carpetas con obras proyectadas con el dinero que corresponde a la ciudad de los 10 mil millones de pesos destinados a mejorar la infraestructura y la seguridad, correspondientes a toma de deuda por parte del gobierno de María Eugenia Vidal.
A San Pedro le tocan 67 millones, de los cuales 47 son para obra pública y el resto para seguridad, según explicó Ponzio. La distribución, indicó el funcionario, es la siguiente: “30 millones para el agua, 6 y algo para la barranca (pavimento, la avenida costanera, arreglar las barandas, los juegos, contener la erosión de la barranca, etc.), más una etapa de entubamiento y mejoramiento de la cuenca natural del desagüe de calle Irlanda”.
En la Secretaría diseñan el distribuidor de tránsito para la Ruta 1001, que aunque no podrá estar contemplado en el Presupuesto, en Vialidad les pidieron que el proyecto estuviera listo, para sumarlo al del año que viene.
El Secretario de Obras Públicas es cauto en casi todos los aspectos sobre los compromisos. Así lo demostró cuando se lo consultó sobre la propuesta de acceso por calle Frers que anunció el intendente y sobre “la topadora” para liberar terrenos costeros. Al respecto, explicó: “Hay etapas: la recuperación de los terrenos, el proyecto, los fondos, la ejecución, es a largo plazo, ahora estamos haciendo relevamientos”.
Un año y medio para mantener toda la ciudad
En los cuatro meses que llevan, Ponzio y Díaz lograron ordenar la manera de trabajar, establecer objetivos y diseñar un plan de trabajo para mantenimiento de los barrios, que llega hasta agosto de 2017. Provincia le dijo que no a lo que Salazar denominó su “ilusión” de pavimentar y hacer cordones cuneta en la zona periférica, por lo que buscan alternativas.
En una pared de la oficina hay un plano con un cronograma para los desagües pluviales. Sobre el mapa, analizan en cada lugar cuál es la causa de la inundación para actuar en consecuencia.
Sobre los barrios a mantener, comenzaron en el Arco de Oro, del 29 de febrero al 28 de marzo; barrio Banfield, del 29 de marzo al 28 de mayo (son 51 días); Hermano indio, desde el 29 de Mayo al 22 de Junio; Las Malvinas, del 23 de ese mes al 18 de Julio; luego, el barrio de la escuela 11, hasta el 23 de Agosto; durante septiembre, las 150 Viviendas (barrio San Miguel); octubre, el San Francisco; noviembre, La Providencia; en diciembre, barrio Futuro.
El año que viene, el mantenimiento empieza en el barrio Scadutto; la primera mitad de febrero estará dedica a Las Canaletas y la segunda a la Cancha de Mitre; marzo de 2017 es para el barrio Los Amigos; la primera mitad de abril para Los Aromitos y la segunda para Los Aromos; Arco Iris ocupará todo mayo y la mitad de junio; desde entonces y hasta mediados del mes siguiente, El Caserito es el destinatario de ls tareas; 1º de Mayo será entre julio y agosto; y el último es el barrio 49 Viviendas.
“Todos los barrios están tenidos en cuenta, pero hay una cantidad de trabajo y una capacidad de afrontarlos, ese es el tiempo que nos lleva hacer un trabajo a fondo en cada barrio; pero si hay emergencias, vamos. El plan es que en agosto de 2017 estén todas las problemáticas normales resueltas, todos los barrios a cero, y de ahí a mantenerlos”, explicó Ponzio.
La falta de tareas en los últimos años obligó a este cronograma. Los planes incluyen limpieza de alcantarillas y zanjas, entubamiento o cambio de tubos, nivelamiento de la calle, etc.
“A este plan llegamos tras ver barrio por barrio las cosas que hay que hacer, calcular las horas de trabajo”, señaló el funcionario.
A los barrios, con fondos propios
Ponzio sabe que la situación económica es compleja, pero confía en que podrá cumplir con los objetivos trazados. “La situación es delicada, no hay manteca para tirar al techo. El dinero que hay, hay que usarlo donde se debe usar, para hacer las obras que hay que hacer, pero con planificación se puede solucionar”, aseguró.
El funcionario que se define como el menos político del gabinete tiene decidido que no quiere volver a colocar carpetas asfálticas con material rap, del deshecho de las pavimentaciones de rutas, en los barrios. “El mantenimiento cuesta mucho”, sostuvo.
Días analizó alternativas al pavimento clásico, cuyo costo ronda los 35 mil pesos por frentista de 10 metros. La que mejor les cuadra es la de poner bloques que fabrica la empresa Corblock, instalada sobre Ruta 9, que costaría alrededor de 12 mil pesos por cada frente.
Hay experiencia en Córdoba al respecto y los funcionarios locales ya fueron a la fábrica a evaluar la posibilidad. “Los hay de 6 y de 8 centímetros. Lleva un cordón chiquito que venden ellos. Para mí es una gran opción para avanzar en pavimento, es barata, linda. Para mí es la solución”, dijo Ponzio, que quiere analizar el tema con el Comité que administra el Fondo de Obras Pública Comunitarias que recauda Coopser.
El proyecto de las “cuatro bombas”
El cronograma para la “solución al problema del agua en San Pedro” tiene una planificación de un año, por lo que el objetivo de que “en octubre todo el mundo tendrá agua” viene con el retraso propio de las gestiones burocráticas.
El primer mes es para la preparación del pliego de licitación y el segundo para el llamado; en el siguiente harán la evaluación y adjudicación de la obra.
Construcción de pozos de agua completos; excavación, colocación y tapada, caños de diámetro 355 mm; luego los de 315 mm; más tarde los de 250 mm; y por último los de 200 mm; después viene la etapa de tramitación del cruce ferroviario; la ejecución del empalme, con recambio y cruce; reparación de veredas y pavimentos; para en el mes 12 conectar los pozos y hacer la prueba hidráulica que permita la entrega de la obra.
Pérdidas de agua por 800
A diario, Hugo Días carga en su computadora las pérdidas de agua que se reportan y las reparadas. El viernes pasado, cuando los funcionarios abrieron las puertas de su oficina a La Opinión, habían recibido la número 800 y llevaban 385 resueltas.
El servicio está tercerizado con dos proveedores, Cordich y Arán. Entre el primero y la municipalidad cubren el 96 por ciento de las obras. El cuatro restante lo hace el segundo de los privados contratados. Uno de los problemas que tiene Obras Públicas es que en el Estado local la mayoría de los empleados son administrativos, por lo que conseguir trabajadores “de pala” es complicado.
Ponzio: “Me siento orgulloso”
Ponzio consideró que cuando fue Secretario de Desarrollo Económico, con Guacone, “no había cosas para hacer”. Dijo que era “otro tipo de trabajo” y que no le gustaba tanto como el que hace ahora. “Era como, durante una batalla, estar en la carpa; acá, los muchachos que cavan la zanja están en la trinchera, y uno viene un pasito más atrás, y se sienten las balas; tiene sus satisfacciones, yo me siento orgulloso”.