Nuevo marco regulatorio para la arena
Después de que la actividad arenera operara durante años, sin un marco regulatorio apropiado a nivel local, finalmente se promulgó esta semana la ordenanza que reglamenta parte de la actividad en San Pedro.
El costo de esta legislación, quizás haya sido demasiado alto. Es que la falta de un correcto marco regulatorio para la comercialización de arena en nuestro partido, tuvo mucho que ver con inconvenientes de todo tipo, incluido el accidente que le costó la vida al pequeño Mauro Vázquez.
Fue precisamente el accidente que protagonizó el pequeño alumno de la Escuela Nº 27 mientras iba a clases en su bicicleta, el que puso en la agenda de debate público nuevamente a la falta de reglamentación que existía en San Pedro, sobre la comercialización de arena en nuestra ciudad.
A partir de ese punto, se comenzaron intensos operativos por parte del personal de Inspección General para controlar tanto el peso de los camiones areneros, como el escurrido de la arena. En varias oportunidades incluso, hubo denuncias cruzadas entre algunos empresarios del rubro, y la gente de Inspección General, de que existían presiones, y tensiones por los controles de peso realizados a los camiones areneros.
Según el Inspector General Domingo Bronce, el control de peso y carga que se vienen realizando sobre Crucero General Belgrano, en donde se instaló una balanza abocada específicamente a los camiones areneros, habría generado “nerviosismo” entre quienes operan en el rubro y quieren seguir trabajando “como cuando nadie les decía nada”. Además, en una oportunidad apuntó directamente contra Juan Carlos Quinteiro diciendo que el empresario “nos vino a querer asustar, pero todavía nadie nos ha corrido con la alpargata”.
Bronce comentó además, que estarían reforzando los controles en otros puntos de la ciudad, a raíz de que se habría detectado que algunos camioneros “reforzaban” su carga en un corralón del barrio Los Aromos, luego de salir de la balanza. En un caso, por ejemplo, al mismo camión que pesó 45 toneladas al salir del puerto, se le detectaron 61 toneladas antes de salir a la ruta.
La nueva legislación
El mayor problema que generan hoy en día los camiones areneros, es el escurrido de agua y arena que se produce a lo largo del recorrido desde el puerto hasta la ruta. Es que ese escurrido, crea luego, al secarse, bancos de arena sobre las banquinas y los cordones que además de causar molestias para los vecinos, son un verdadero calvario y un peligro para el tránsito, sobre todo de motos, bicicletas y peatones.
Finalmente, a partir de la sanción de la nueva norma, los empresarios areneros deberán modificar su modalidad de acopio de la arena a través de piletones a cielo abierto, para pasar a un sistema de refulado y depósito en silos, para conseguir su correcto secado antes de su venta. Esta cuestión resolvería entonces, según la ordenanza, el problema de la arena dentro de nuestra ciudad.
Las repercusiones
Hay entre los vecinos gran expectativa en que la cuestión del escurrido de arena se resuelva de una vez y para siempre. A pesar de que algunos manifestaron a “La Opinión” que necesitaban “ver para creer” que se resolverá el problema, otros se mostraron muy confiados ante la novedad, sobre todo por el ímpetu con el que el Inspector General Domingo Bronce viene encarando la problemática.
Por su parte, el sector empresario no se manifestó contrario a la medida, aunque algunos pidieron que la ley sea “pareja para todos”, sobre todo en lo referido al pesaje de camiones.
“Hace 5 años cuando todos estábamos fundidos, no venía nadie. Ahora que estamos más o menos bien, nos ponen la balanza y todas las trabas” dijo para “La Opinión” el empresario arenero Juan Carlos Quinteiro. Por su parte, desde la Arenera Spósito manifestaron que el sistema de silos propuesto por la nueva Ordenanza Municipal “es lo más limpio, y lo más seguro para cargar arena seca. La pileta, por otra parte, es un invento para reducir costos, pero que no tiene lógica”.
Habrá que aguardar ahora, para comprobar si efectivamente la nueva norma es acatada por el sector empresario y si resulta efectiva para reducir el impacto de la actividad sobre las calles de San Pedro.