Nueve años de prisión para el homicida de Ramón Lezcano
El Tribunal Criminal Nº 1 de San Nicolás se expidió con respecto a la causa en la que se investigaba el asesinato. Mediante el sistema de juicio abreviado, fue condenado Agustín Luna, único imputado.
El año 2013 fue quizás uno de los que mayor violencia registró en los barrios más conflictivos de la ciudad. Desde enero y hasta diciembre se contabilizaron cerca de quince homicidios, un número alarmante para un territorio al que le cuesta aceptar la “conurbanización”, que hoy es una triste realidad. Drogas, tiros y muertes conforman un cóctel letal.
En las últimas horas se conoció la sentencia de uno de los casos más resonantes del año pasado, no solo por lo sucedido durante esa jornada sino porque derivó en otra situación trágica.
A pesar de que la Fiscala Gabriela Ates, a cargo de la instrucción, y el abogado Defensor del acusado habían acordado durante el desarrollo de un juicio abreviado una condena de once años para con Agustín Luna, el Tribunal Criminal Nº 1 de San Nicolás no hizo lugar y decidió aplicarle una condena menor.
El homicida deberá purgar una pena de nueve años por haber sido hallado culpable del asesinato de Ramón Lezcano, de 30 años, acontecido el 29 de enero de 2013 en proximidades del barrio San Miguel.
Luna, quien en un primer momento estaba sospechado de haber participado junto a otros dos jóvenes, quedó finalmente imputado del caso ya que a medida que avanzó la instrucción quedó establecida su absoluta responsabilidad, descartándose la intervención de un tercero. Ahora deberá permanecer alojado en una Unidad Penal hasta cumplir con la prisión efectiva.
Una noche de amenazas y tiros
Durante la noche previa al asesinato, cerca de las 21.40, Ramón Lezcano había protagonizado un incidente en una casa del barrio, en inmediaciones de Aulí y Manuel Iglesias. Pasó a bordo de una moto y descerrajó un disparo contra una mujer que allí se encontraba. La Policía, alertada, arribó al lugar, advirtió su presencia y comenzó a perseguirlo. En medio de la fuga se desarmó, arrojó al piso una pistola marca Doberman 9 mm.
Momentos después, cerca de las 00.45, ingresó a la Guardia del Hospital con una herida de arma de fuego en la zona abdominal. El joven quedó internado en grave estado y en la mañana del martes 29 falleció.
Al día siguiente, personal de la DDI San Pedro-Baradero efectuó cuatro allanamientos. En uno de ellos dieron con Agustín Luna, quien a partir de allí quedó a disposición de la Justicia para ya no recuperar su libertad.
La venganza fue terrible
El caso Lezcano trajo aparejado otro hecho, con escasos precedentes, que dejó en claro el poco significado que tiene la vida para algunas personas.
Tiempo después del hecho, Jonathan Luna, quien había salido del Penal hacía pocas semanas, quiso hacer justicia por mano propia y vengarse de quien había declarado en contra de su hermano.
Fue hasta la casa de Javier Lovello, de 38 años, en el barrio San Miguel, y tras discutir le disparó con un arma de fuego. La bala atravesó la espalda y lo mató. Lovello había sido un testigo clave en la causa contra Agustín Luna.
El homicida escapó y días después fue capturado en la Terminal de ómnibus de San Nicolás. Hoy, al igual que su hermano, también permanece detenido aguardando qué condena le cabrá.