NO HABLO de la ciudad mítica de EEUU, hablo de una calle mítica de Berisso, desde donde partieron 10.000 trabajadores de los frigoríficos Armour y Swift un 17 de octubre de 1945 para llegar a la Plaza de Mayo. Iban con la idea que liberaran a un coronel que estaba preso, un tal Perón que, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión había puesto en valor y reconocimiento normativo, a casi todas las aspiraciones obreras que venían desde muchos años atrás. Quizá desde que “la boca tuvo dientes” en 1904, es decir cuando eligieron diputado socialista por el barrio de la Boca – y por gran corte de boletas, antes también sabían usar la tijera- a un tal ALFREDO PALACIOS, abogado, defensor especialmente de trabajadores. En su chapa del frente del estudio decía: “obreros gratis”!!!
EL ARMOUR fue cruelmente cerrado en el año 1969, hube de intervenir como funcionario del Ministerio de Trabajo en las indemnizaciones que les pagaron a casi 5.000 personas en la calle… Recuerdo a los angustiados obreros y a sus dirigentes gremiales y a los indolentes yanquis e ingleses que no les importaba un rábano dejar a tanta gente sin trabajo. Luego en otra fumigación menemista de 1993 se cerró SWIFT, otra vez miles de trabajadores desocupados…
AY DIOS, creo firmemente que si este país no ha entrado en guerra civil es sólo por el equilibrio de la clase trabajadora y el buen tino de la inmensa mayoría de los empresarios y comerciantes ARGENTINOS que todos, todos los días se ponen los arneses y salen a pelearle al destino, a veces luminoso, muchas veces esquivo o preocupante… Pero dando empleo y dignidad a sus dependientes. Puedo nombrar a cientos de empleadores que, en mucho, mucho tiempo han mantenido las fuentes de trabajo, aún cuando al país le iba como el diablo…
AQUELLA EPOPEYA del 17 de octubre fue el hecho más importante en Latinoamérica promovido por un movimiento social multiclasista y apoyado fuertemente por las Fuerzas Armadas, por la Iglesia y los trabajadores organizados. Los trabajadores que salieron de la calle Nueva York de BERISSO, después del hecho triunfal, al día siguiente, volvieron a juntarse a la tardecita a tomar fernet con cinzano y hacer picadas con queso y salame… en los bares de esa calle, como era habitual. Después que salían de trabajar, ya bañados en la fábrica y con saco y corbata puestos!!! Varios sampedrinos vivieron esa experiencia “en vivo y en directo”, ya que fueron empleados en esas industrias… Alguien escribirá esas historias sampedrinas alguna vez???
Ads