Así nos ven de afuera…
Regresé de vuestra ciudad en el día de ayer, luego de algunos días de vacacionar allí junto a mi novia, y no tengo más que palabras de elogio para tan hermoso lugar. El bellísimo paisaje de vuestra ciudad es sólo comparable con la simpática y educada atención que recibimos de parte de los comerciantes locales, tanto de la zona céntrica como de los alrededores. Sin embargo, quisiera hacer un llamado de atención a las autoridades y familias sampedrinas en algunos aspectos. La zona de las barrancas, a pesar de estar respetablemente cuidada, es fiel testigo de la falta de cestos de basura, con una vegetación atestada de botellas y bolsas plásticas. Es posible recorrer las barrancas de la calle Paraná, en su totalidad, sin toparse con un solo contenedor, siendo la excepción a la regla la plaza entre Pellegrini y Mitre. Como turista, me tomé el recaudo y respeto necesario de cargar con los residuos y depositarlos correctamente al finalizar mi jornada pero queda evidenciado que, tanto locales como turistas, no toman los mismos recaudos. Esto también es visible en la improvisada costanera del Paseo Público. Recorriendo esa concurrida senda me crucé con tristes testigos del abandono, entre las que conté bolsas, botellas -plásticas y de vidrio- papeles diversos e incluso preservativos usados con sus respectivos envoltorios. Por otro lado, si bien la seguridad pública parece consistente en lo que respecta a una ciudad pequeña, convirtiendo a las calles de San Pedro en un lugar de fiar, no fue para nada difícil notar la escasa presencia policial en ciertos horarios del día, siendo más evidente en horario de la tarde. Queda claro que, por la fisonomía y geografía de la ciudad, la policía local no cuenta con suficientes recursos y la seguridad privada es inexistente. Fuera de las conocidas camionetas policiales, sólo me crucé con un puñado de policías a pie. Por último, y siguiendo en el tema de la seguridad pública, me ha llamado mucho la atención la irresponsabilidad con que las motos son conducidas por la ciudad. En su totalidad en manos de habitantes locales se tornan sumamente molestas e inseguras en horario de tarde y noche, no respetando jamás al peatón y esporádicamente disminuyendo la velocidad a niveles seguros en los cruces de calle. Quedé sorprendido al ver que con tal falta de responsabilidad y respeto al manejar los accidentes de motocicletas no sean algo común de observar; es una peligrosa forma de tentar a la suerte. Además, noté que las motos no presentan patente, duplicando el riesgo para el peatón en caso de accidente al no ser fácilmente identificables. San Pedro es una ciudad hermosa y con enormes posibilidades de convertirse en un destino seguro tanto para el turista de Buenos Aires como para el resto del país. Aún así, comienza a notarse, por lo que se lee en diarios locales y se escucha de algunos habitantes de la ciudad, que muchos males son atribuidos al “visitante” cuando los males que afectan y desbordan a San Pedro tienen una responsabilidad claramente compartida. Espero, de corazón, que las autoridades, locales y provinciales, logren trabajar en estos y otros asuntos y que todos los sampedrinos aprendan a cuidar a tan hermosa ciudad como corresponde. Esto es algo que el turista espera y el habitante de San Pedro, sin duda alguna, se merece. Atentamente, Germán L. Martínez DNI: 28.176.669 gershu@msn.com.