“Nos entregás cuatro vacas o te cagamos a tiros, eso me dijeron”
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de San Nicolás juzga a los policías Facundo Actis, Fernando Valles y Germán Olivera por robar ganado. Hoy se leerán los alegatos y el Fiscal Marcelo Manso pedirá una pena de 15 años, la máxima para el delito que se investiga. En su campo ubicado en inmediaciones del arroyo El Tala, por la vieja Ruta 9, el denunciante Francisco Pérez habló en exclusiva con La Opinión.
El caso parece inédito y salido de una fábula de las que se cuentan en los pueblos perdidos del interior, donde los límites entre quienes aplican la ley y quienes la violan son lábiles. Tanto, que muchas veces se impone el mando, más allá de lo que diga el Código Penal, y el uniforme tiene Poder Soberano. Como a principios de siglo, cuando se aseguraba que siempre ganaba el caballo del Comisario y los policías hacían y deshacían a gusto.
Las circunstancias en las que se sucedieron los hechos que llevaron a tres policías de San Pedro -dos nacidos aquí y otro arrecifeño- al banquillo de los acusados por robar ganado a mano armada, en patrullero y uniformados pueden ser asimilables a esas historias.
Este semanario las ventiló desde el primer día. Ahora llegó el momento del juicio. Desde la semana pasada, Facundo Actis, Fernando Valles y Germán Olivera son sometidos al Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de San Nicolás que definirá sus destinos. Los dos primeros están más complicados. El tercero podría “zafar”.
Este miércoles, tras dos extensas jornadas que tuvieron lugar la semana pasada, los defensores Hugo Lima -particular de Valles y Olivera- y Ares -oficial que asiste a Actis- leerán los alegatos a favor de los imputados. El Fiscal Marcelo Manso hará lo propio en contra. La Jueza Belén Ocariz será la que defina la sentencia, una vez que haya escuchado los argumentos de ambos.
Uno que, al fin, se animó a denunciar
Francisco Pérez vive internado en el medio del campo, en una precaria casilla a la que cuesta llegar. En camioneta y gracias a la asistencia de un baqueano, La Opinión recorrió el lugar de los hechos y habló frente a frente con el productor del que todos hablan en Río Tala, porque se animó a denunciar nada menos que a la policía, entre ellos a quien era en ese momento Jefe del Destacamento.
Lejos del ruido y en soledad, Pérez vive en el último lugar habitado antes de llegar al arroyo El Tala, en un predio abandonado que en algún momento perteneció al establecimiento La Santina, pero que luego Vialidad Nacional utilizó como obrador para construir la Ruta Nacional Nº 9.
Allí sólo se puede llegar por la “ruta vieja”. Frente a una modesta garita del Gauchito Gil y sumergido campo adentro, Pérez levantó su casita de chapa y tierra, construyó varios corrales y allí cría animales.
Algunos patos y pavos, unas vacas lecheras, cinco chivos, varias ovejas y su caballo Caramelo, única movilidad con que cuenta para ir hasta Río Tala y volver, son la compañía de Francisco Pérez. El hombre no recuerda muy bien su edad: “Sesenta y pico”, dice, porque lo anotaron cuando tenía unos 15 años y vivía en la provincia del Chaco.
Francisco Pérez fue el último lechero de Río Tala. “Me levantaba temprano, ordeñaba las vacas y después vendía la leche por el pueblo”, contó. Algunos problemas de visión lo fueron perjudicando, hasta que dejó la tarea y hoy vive de sus animales y de lo que algunos amigos y vecinos le llevan. “Más no necesito”, asegura con gesto amable.
Ese hombre fue el que mandó al banquillo de los acusados a los policías Facundo Actis, Germán Olivera y Fernando Valle, quienes podrían purgar duras penas.
Según su relato, esos tres efectivos y un civil le robaron, a punta de pistola, cuatro vacas que él mismo había criado. El hecho sucedió en julio de 2013. Trascendió y llegó a oídos de la Fiscalía, y Pérez se animó a denunciarlo. Allí se puso en marcha la investigación que esta semana tendrá definición.
“No les tengo miedo”
A medida que fue avanzando la entrevista, entre historias de campo que podrían llenar este ejemplar, Francisco fue recordando lo que sucedió aquel 3 de junio de 2013. Aseguró que el Oficial Principal Facundo Actis, el Oficial Subinspector Germán Olivera y el Oficial Principal Fernando Valle, junto a un civil cuya identidad nunca pudo reconstruirse, arribaron a su campo y le sustrajeron cuatro vacas.
“Dejaron el móvil en la subida y más atrás la camioneta. Los conocía, uno era más petisito que otro; había uno alto, medio blanco y rubio, a ese lo llamaron los otros y se acercó”, contó Pérez. “A uno de los que estaba sentado lo conocí”, aseguró en referencia a la jornada de juicio.
“¡Pérez! Me entregás cuatro vacas o te cagamos a tiros”, contó y aseguró firme: “Eso me dijeron”. Entre risas, agregó: “Ahí tengo chanchos, ovejas, chivos, lleven, eso les dije. No podía hacer nada, yo no tenía armas ni nada. A ver si me cagaban de un tiro y me mataban”.
“Andaban vestidos de policías con las insignias y todo, cargaron en el carro amarillo ese que traían y se fueron”, recordó y reclamó: “Me llevaron todas las vacas lecheras que tenía para ordeñar y poder vivir, ojalá alguien me las pague alguna vez”.
“Yo no hice nada robando, yo hice todo lo que tengo trabajando. Yo no les tengo miedo, vivo solo, si me matan me matan”, sostuvo Francisco Pérez, quien en el juicio ratificó sus acusaciones.
Manso va por todo
En la mañana de hoy se leerán lo alegatos y cada una de las partes pedirá lo que a su entender merecen los acusados. El Fiscal Marcelo Manso, lejos de conformarse, buscará que el Tribunal le devuelva la carátula original a la causa, de Robo Calificado en Poblado y en Banda agravado por tratarse de funcionarios públicos y por el uso de arma de fuego. El titular de la UFI 5 quiere un castigo ejemplar.
Durante la instrucción, el Juzgado de Garantías le bajó la calificación penal al hecho. Retiró el “uso de arma de fuego” y le agregó que la actitud para el disparo no se pudo acreditar.
Manso pedirá el máximo de la condena para los efectivos, sanción que podría alcanzar los 15 años de prisión efectiva.
Germán Olivera podría no ser condenado, ya que quien si bien quedó involucrado desde un principio no fue reconocido por el damnificado, al menos durante el juicio.
Por otro lado, el propio Fiscal adelantó que si se dan las condiciones acusará por falso testimonios a dos trabajadores del área de seguridad de la empresa Prear: uno que se refirió a algo que no se le había preguntado durante el debate, y otro que cuando debió declarar ante el Tribunal recordaba muy poco con respecto a todo lo que había dialogado con el propio Manso días después del robo.
Para el funcionario judicial, esta situación está vinculada a la relación que existe entre un expolicía responsable de la empresa de seguridad que trabaja en la fábrica de pretensados con los funcionarios acusados. Sospecha que podría haber “aconsejado” a sus empleados la hora de declarar.
Lima pedirá la absolución
El Dr. Hugo Lima (h) es el abogado defensor de Olivera y Vallas. En diálogo con La Opinión adelantó que tras su alegato solicitará la absolución de sus defendidos y del propio Facundo Actis, a quien asiste el Ministerio Público de la Defensa.
“Ninguno de los tres debería estar involucrado porque nunca se pudo acreditar la autoría del hecho y ni siquiera el propio robo”, señaló Lima.
“Voy a pedir la absolución de todos y además cuestionaré el compartimiento del Fiscal durante la instrucción”, sostuvo el abogado.
Lima destacó que la víctima nunca pudo acreditar la propiedad de las vacas y reconoció vivir en un predio que no es suyo, como parte de lo que debe ser cuestionado.
Además, aseguró que el policía Valles no fue identificado durante la rueda de reconocimiento y sí en el juicio, que Actis nunca participó de una rueda y que Olivera tampoco fue reconocido.