“Me he jurado no traicionar a la joven escritora que sacrificó dinero y halagos para dar lo mejor de sí misma a la vocación elegida desde la infancia”. Silvina BULLRICH fue una escritora surgida de una clase social alta, presuntuosa de sus valores “patricios” y que, naturalmente, desafiaban todo aquello que tuviera tufillo popular. Renegaron en su momento de YRIGOYEN y el radicalismo y después del justicialismo, de EVA PERON y JUAN PERON. Sin embargo, en muchos de sus libros, criticó ácidamente a esa clase “alta”, que siempre condenó a las clases media y baja a permanecer ocultas, sin manejar los resortes del Estado, porque, primero los radicales, luego los justicialistas, eran un poco el “aluvión zoológico”.
Si les nombraban a los socialistas, tipo Alfredo PALACIOS, ALICIA MOREAU DE JUSTO, NICOLAS REPETTO, o los comunistas, directamente esta clase alta se descomponía de asco y repudio. “Si viene el comunismo yo me voy a vivir a la estancia”, era un chiste popular de hace unos años pero que refiere un hecho real que dijera una señorona muy, muy “alta”.
Comparando las épocas, hoy esa clase alta ha receptado aquellos industriales o comerciantes que se hicieron millonarios o multimillonarios usando contratos con el Estado, entre otras cosas. Pienso en MACRI, claro. Por eso ocupa en espacios en revistas CARAS y similares, y aunque su vida privada haya sido escandalosa (la de su padre también) no merece crítica alguna.
¿Qué lugar ocuparían hoy los líderes de la política si tuvieran que vivir como si fuera el 25 de Mayo de 1810? ¿Serían MORENO, SAAVEDRA, LARREA, JUAN JOSÉ PASO, CASTELLI? ¿O serían el obispo LUE, contrarrevolucionario, o el mismo LINIERS, que se alzó en Córdoba contra la Primera Junta? Muy buen análisis se hizo en NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO en ese sentido para su alumnado. Los chicos pueden ver con mayor claridad si se puede ensayar ese costado, y seguro, seguro rescatan a quienes NO TRAICIONAN sus ideas y sus sueños.
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