Son múltiples las quejas de usuarios y transportistas respecto a las condiciones en las que se encuentran los caminos vecinales que llevan hasta uno de los más importantes paradores de la Ruta 9. Según testimoniaron algunos usuarios habituales del parador, donde paran importantes líneas de transporte de pasajeros de larga distancia, es prácticamente imposible transitar por estas rutas alternativas debido a los pozos y huellas de gran dimensión provocadas por el tránsito intenso de todo tipo de vehículos. A la primera queja se suma la situación de inseguridad a la que están expuestos los pasajeros que abordan ómnibus en horas de la madrugada. Sucede que cuando cesan las actividades del restaurante y confitería del lugar, las luces se apagan y cierran los servicios. Es invierno y no siempre los usuarios están dispuestos a sufrir mientras esperan.
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