Soy una ciudadana común, del pueblo, mayor de edad, jubilada, que pasó por varios gobiernos, que vivió la época “de los militares”, y que hoy, luego de trabajar EN SERIO 30 años, ve cómo lo que debería ser una jubilación DIGNA, se transforma en míseros papelitos de colores (llámense “billetes”) que alcanzan la mínima con la que es imposible no sentirse humillada, ya que sin ninguna vergüenza son desvalijadas las cajas de previsión (entre otros) para sostener la inequidad de un gobierno que “se dice” distribuidor de riqueza (eso sí, no aclaran, la propia no se distribuye, se invierte o se envía al extranjero …).
Lo que sucede día a día con la seguridad, con la salud, con la falta de trabajo DIGNO, con el abuso de demagogia (discursos, subsidios) sostenida con el manejo compulsivo y abusivo de los medios de comunicación manejados por el gobierno que no difunden la verdad de lo que sucede en nuestro territorio nacional ya que estadísticas no existen sino sólo en burdos dibujos manipulados por funcionarios (NUESTROS EMPLEADOS, NUESTROS SERVIDORES PUBLICOS) que obedecen a la mentira para poder sostenerse eternamente en el poder que “supieron conseguir” empujando suavemente a gran parte de la sociedad al camino del miedo: Miedo a expresarse con pensamientos diferentes porque hasta (a veces) amigos, familiares, pueden denostarlo como “desestabilizador” (palabra tan marcada a fuego por quienes manejan “la caja del pueblo” que muchos se lo han creído), miedo a perder el empleo si no se “rinde pleitesía”, miedo a no tener “la casa propia” manejada con planes gubernamentales y no honrada con el esfuerzo propio, por todo eso y …. mucho más… en lo que se incluyen muchos otros ítems sobre los que no quiero abundar para no extenderme demasiado.
Los saluda, con esta frase: “No hay peor miedo que el que alimenta la ignorancia” (sobre todo cuando por comodidad nos quedamos en ella, sin investigar más allá de los espejitos de colores que se reparten).
María Cristina Bó.
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