Nikita Kruschov
Llegó a defender su patria (la entonces multifacética URSS), durante un congreso en las Naciones Unidas golpeando con su zapato sobre el pupitre. Era la época de la guerra fría y los dos bloques del capitalismo de EEUU y aquellos se ladraban pero no se mordían! Existió incluso un famoso “teléfono rojo” que se comunicaba directamente entre el Kremlin y la Casa Blanca que disolvía rápidamente cualquier hipótesis de conflicto grave. Algunos antisemitas decían que en ese teléfono se hablaba sólo idish…
Hoy varios años después no hay guerra fría, Vietnam terminó muy mal para los yanquis y Checoslovaquia (invadida en 1968 por la URSS), expulsó a los rusos, aunque siga sufriendo postergaciones varias y penosas. Ahora se habla de Globalización que es una manera indigna que el capital deshumano se intromisión a en todos los aspectos de nuestra vida. El miedo al comunismo se diluyó, existió un Gorbachov que hizo una historia diferente!! Dicen amigos relacionados con la Rusia de hoy que, además del magnate Abramovich, con poco zar de fútbol en Inglaterra, (dueño del Chelsea, creo), y de las mafias indudable por el paso del comunismo hacia el capitalismo, existen cientos de aspectos en cuyos Argentina puede relacionarse comercialmente. Viti Solmi debe saber bastante sobre este tema y sería importante su opinión! Esa RUSIA súper culta de escritores como Dotoievski, Pasternak, Tolstoi, etc., es el país de mayor extensión geográfica del mundo y posee múltiples variedades industriales, allí viven casi 160.000.000 de habitantes dispuestos a consumir productos argentinos y a su vez abastecemos con máquinas u otros artículos industriales. Por mencionar un solo ejemplo: poseen aviones hidrantes gigantescos para atacar con éxito grandes incendios. Los que padecimos el del año pasado en las islas, sabemos bien de qué se trata!!! La presidente ha comenzado una tarea de apertura a esos mercados, veremos sus resultados prontamente si nuestros dirigentes empresariales se manejan con criterio y equilibrio, pero a su vez con audacia.
No será necesario que se golpeen los pupitres con los zapatos para hacer oír la voz Rusa y la Argentina, sólo corresponde vincularse seriamente.