Negaron la excarcelación a los acusados de vender drogas con un taller de motos como pantalla
La audiencia fue ayer miércoles y ambos sospechosos están acusados de vender drogas y haber estado preparando entraderas y asaltos a distintos vecinos que “marcaban” previamente.
Luego de haber sido detenidos la semana pasada acusados de vender drogas con un taller de motos como pantalla, el miércoles se desarrolló la audiencia en la que la defensa oficial de Gonzalo Matías Andrade, de 36 años, y Matías Lovera, de 40, solicitó la liberación de los imputados.
Tras la exposición de las partes, el Juzgado de Garantías negó la excarcelación solicitada y ambos siguen detenidos, al menos por veinte días más, que es el período que tiene el fiscal Patricio Mujica Díaz para hacer la presentación correspondiente y solicitar la prisión preventiva de los detenidos.
Lo expuesto por la defensa de Andrade y Lovera no fue suficiente para convencer a las autoridades judiciales y ambos acusados no recobraran la libertad. Los delitos por los que se los acusa con considerados graves y les será difícil revertir su situación.
Los imputados fueron detenidos el jueves de la semana pasada cuando la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de San Nicolás realizó cuatro allanamientos en distintos domicilios de nuestra ciudad debido a que en las tareas previas que se hizo en cuanto a la investigación se determinó que al menos eran cuatro las personas que integraban la banda pero, como no todos los procedimientos dieron positivo, se decidió imputar a Lovera y Andrade porque no había pruebas para con los otros dos sospechoso.
Los detenidos están acusados de comercializar estupefacientes bajo la modalidad menudeo y en el caso de Lovera, utilizaba su taller de motos, ubicado en la calle Alvear al 800, para disimular la venta de drogas.
Además, en las más de 3000 horas de escuchas pertenecientes a la intervención de seis líneas telefónicas se pudo detectar que los imputados estaban organizando otros hechos delictivos bajo la modalidad entraderas o asaltos. Tenían programado robar a personas mayores o a familias de la zona rural para quedar lejos del alcance de la Policía contando también con información previa que iban obteniendo de los movimientos económicos de las víctimas.
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