Multitudinario festejo del Fortín San Pedro
Desde la mañana del Domingo y durante gran parte de la tarde, el centro tradicionalista celebró sus 47 años de vida. Hubo jineteadas, show artísticos y una bailanta chamamecera.
Gran parte del ambiente criollo del país, estuvo presente en un gran festival de doma y folklore, que incluyó un desfile de agrupaciones tradicionalistas y la actuación de reconocidos conjuntos, además de bailarines y payadores.
El día se prestaba. Desde horas tempranas, bajo la animación y las rimas del “Chano” Izaguirre y Roberto Florez, el centro tradicionalista El Fortín San Pedro, festejó sus 47 años de vida.
Una verdadera multitud acompañó este acontecimiento que, como era de esperar, tuvo el brillo y el despliegue buscado, pues las expectativas eran muchas y como es de costumbre se vivió un espectáculo que esta clase de fiestas criollas suele ofrecer.
A media mañana del domingo, ya se preveía una jornada inigualable desplegándose una gran jineteada en el campo de Mataderos donde la entidad sampedrina posee su centro de reuniones. Se presentaron allí, cinco reconocidas tropillas: entre ellas, La Bienvenida (de Ramón Rincón de Santa Fe), El Fiador (de Omar Aldazábal de Pérez Millán), La bochinchera (de Marcelo Cugat de Santa Lucía), Reflejo de tradición (de Julián Aldazábal de Pérez Millán) y Los Laguneros (de Erme Riveri de Tigre, Bs. As).
Además, la fiesta ofreció 90 montas con grupa y basto con encimera y un espectacular broche de oro con los tradicionales desafíos.
Se destacaron El Zorzal de Marcelo Cugat con “Sepillo” Trivizan de Entre Ríos como montador. El Piel Morena de Roberto Rincón y Juan Martínez como jinete. El Tropel de Marcelo Cugat, que tuvo como montador a Jorge Ojeda. El Santiagueño de la tropilla de Omar Aldazabal y el jinete “Lolo” Chun de Entre Ríos. La Tera de Julián Aldazabal con “Tony” Arce como montador y, El Picante, perteneciente a la tropilla de Ermer Rivieri montado por Mario Salazar de Santa Fé.
A mitad de mañana, se mostraron las pialadas de potros puerta afuera, y marcó el comienzo de la jineteada con la categoría grupa. No faltaron los asados criollos, las empanadas y lechón.
Para ponerse en pie nuevamente y hacer una buena digestión, en las primeras horas de a tarde se armó la gran bailanta chamamecera que fue la antesala de la nueva ronda de jineteada para la categoría Basto con encimera.
No faltaron los pilcheros, que expusieron sus impecables artesanías alrededor del campo y también hubo espacios para acampar.
Un fantástico día, acompañado por un público que permaneció durante toda la jornada, sellaron una fiesta al estilo del Fortín de San Pedro.