Mucamas del Hospital contratadas por decreto reclaman que las tengan en cuenta para el pase a planta
El Gobierno comprometió el pase a planta temporaria de personal contratado por decreto de ayuda social. Los primeros eran del Corralón, pero en todas las áreas hay trabajadores precarizados que hacen las mismas tareas que los empleados municipales y cobran por debajo del salario mínimo vital y móvil. Personal de servicio del Hospital reclamó por su situación ante funcionarios del gabinete durante una reunión en Palacio.
El jueves, mientras los sindicatos esperaban reunirse con el Gobierno para aceptar el 7 por ciento ofrecido como incremento para el primer trimestre, un grupo de mucamas del Hospital contratadas por "decreto de ayuda social" mantenía una reunión con el Secretario Privado Jonathan Galván y el Director Administrativo del nosocomio.
Fueron a reclamar por su precaria situación laboral, ante el inminente pase a planta temporaria de quienes integran el listado de 140 trabajadores contratados por "decreto", un compromiso que el Gobierno asumió con los sindicatos y con los propios beneficiarios de esos programas.
Al salir, se quejaron ante los referentes sindicales, que no siempre contemplan su situación, en la medida en que no son afiliados ni aportan a los gremios. Allí, las mucamas aseguraron que no tienen respuestas ante sus reclamos y que, por el contrario, las palabras de los funcionarios no fueron alentadoras.
Según contaron, durante la reunión no sólo no les dieron garantías de que sus casos serán contemplados cuando se evalúe el pase a planta del personal precarizado, sino que además hasta les habrían dicho que "si no están de acuerdo, búsquense otro trabajo".
Quien observe la planilla de horarios del personal de servicio del Hospital notará que hay unos 17 trabajadores que cumplen esa tarea. De ellos, al menos 10 son precarizados, "decretos" que cobran entre 3 mil y 6 mil pesos.
Los precarizados cobran por debajo del salario mínimo vital y móvil, ubicado en 8.060 pesos desde enero; carecen de obra social y aportes jubilatorios; y se quejan porque a la hora de trabajar no hay diferencias: sus labores son las mismas que las del resto de los empleados del sector, "y a veces más", aseguran.