Movilización institucional para frenar un remate
El involucrado dijo que cumplió con los pagos y horas más tarde se confirmó que tenía razón. La movilización sirvió además para probar el funcionamiento de los sistemas ante una ola de acciones similares que llegarían antes de fin de año.
Una imagen casi perdida en los últimos años de San Pedro volvió a presentarse en la mañana del martes en un domicilio de Caseros al 1400. El lugar fue el elegido por un martillero local para la realización de un remate judicial, con el propósito de cobrar la deuda de un productor sampedrino, por la compra de “maquinarias agrícolas”. El edicto judicial aparecido en una publicación diaria y el pedido de ayuda del propietario de los terrenos a rematar pusieron a funcionar la red de comunicación que organizaciones como la Red Agro Solidaria o Asuserfi tienen aceitada para movilizarse ante estas situaciones. Desde las 7 de la mañana empapelaron el frente y comenzaron con los tradicionales cánticos contra la usura que se irán incrementando en los próximos días en toda la región ante una sucesión de acciones parecidas que se estarían gestando. En el caso de ayer, las excusas dadas por el productor involucrado fueron razonables ya que estuvo a punto de caer en un remate por una deuda pequeña originada en la “compra de maquinarias”. El productor Jorge Rolfo que ya había atravesado por una situación parecida con un campo cuyo remate se paró con una gran movilización, repitió hasta el cansancio que el pago que le reclamaban estaba hecho y que recién hace unos días encontró el recibo. El remate se suspendió a minutos de su horario establecido porque apareció la documentación que probaba el pago.
Raúl Victores de la Sociedad Rural señaló que han tomado conocimiento de casos en los que productores que debían 500 mil pesos, en pocos meses han pasado a deber más de 1 millón. Más allá de la resistencia contra la usura cabe destacar también que será difícil arrastrar una movilización popular como en otros tiempos después del modo en el que se terminaron casos líderes en donde los vecinos se pusieron a la par de productores que después se despacharon con maniobras cuestionables. Ante eso la Rural dice: “Cuando nos vienen a pedir apoyo nos fijamos muy bien en los papeles y si es justo el reclamo acompañamos”.
El caso de Rolfo quedó reducido a trámites administrativos y el productor logró salvar 10 valiosas hectáreas que tenían irrisorios valores de remate comparados con lo que realmente cuestan por su ubicación y características.