Monumento en Puerto Obligado – Carta de la semana –
Después de casi 90 años del Combate de Vuelta de Obligado, alguien que no era de San Pedro tuvo la idea de recordar a los caídos en ese combate. Se hizo una gran fiesta y se movilizó el norte de la Provincia, pero al año siguiente pasó desapercibido, y muchos años hasta se ignoró por completo la fecha.
Este año se levantará otro monumento, pero aquél de hace setenta y seis años, hecho con las piedras con que se levantó la Basílica de Luján, construida en esa época, y que fueran conseguidas para ese monumento por el entonces Director del Museo Histórico de Luján, el señor Guillermo Udaondo, que fue el iniciador del proyecto que fuera apoyado por el Teniente Coronel Retirado Don Evaristo Martínez Suárez, que se ocupó de conseguir los apoyos de las instituciones gubernamentales nacionales, provinciales y militares.
Aquí se formó una comisión para organizar los actos, que fue presidida por el Cura Párroco de San Pedro, señor Torcelli Massa.
Para el acto, llegaron navíos de la Marina, Unidades del Ejército y hasta una escuadrilla de aviones de la recién formada Fuerza de Aviación.
Lástima que éstos no llegaron hasta Puerto Obligado, tal como me lo contara un vecino de la zona sesenta años después, en una conversación. Los aviones se pasaron casi una hora dando vueltas sobre la desembocadura del Arroyo El Tala, arrojando flores, y se volvieron hacia Buenos Aires, pues habrían confundido el lugar con la Vuelta de Obligado.
Vinieron también los hijos del Teniente Coronel Donato Alvarez, Trompa de Ordenes del Jefe Mansilla en Combate de Obligado. El extinto militar comenzó su vida de armas a los dieciséis años como voluntario raso y llegó por acciones de guerra a tan alta graduación. Falleció en 1921.
El mismo día, y como homenaje a los muertos sampedrinos, se inauguró una plaza en el sitio donde se sepultaron los restos de los mismos, donde se erigió un mástil en que se izó una bandera donada por el Ministerio de Marina; plaza y mástil que desaparecieron, lo mismo que la plaza –tal como sucedió con tantos otros sitios y cosas históricas en San Pedro– al construirse allí algo que no sé si se utiliza, pero sería un depósito de agua corriente y usina para extraer el agua para San Pedro.
La bandera que se izó por primera vez en ese mástil, según algunos datos, llegó por gestiones de la señora de Mattig, Presidenta del Club de Tenis, mediante gestiones del Coronel Sarobe, emparentado a la citada señora. El Ministerio de Marina ha donado al nombrado club una gran Bandera Nacional que tal Ministerio envía, para ser izada en el mástil que queda junto a las canchas, frente al Hospital que se levantó.
En otras ediciones relataré el total de estos festejos y los trámites para levantar dicho monumento.
Corto de Vista