Montenegro dejó su huella en San Pedro
Estuvo por primera vez donde el sábado brindo su charla “El deporte como factor humano” e interactuó con el público en Náutico. “Espero que haya quedado algo que nos pueda servir a todos”, expresó a La Opinión
Es complejo analizar y hacer un balance de la estadía de Hernán Montenegro en San Pedro, donde el sábado por la noche brindó en el gimnasio de Náutico su charla "El deporte como factor humano" y, al mismo, interactuó con el público.
Primero, el bahiense expuso durante casi una hora sus fundamentos respecto al atleta como persona y las influencias malas y buenas que lo persiguen durante su carrera. Además, habló de las presiones de los padres a los "niños deportistas" y sostuvo la independencia que debe tener un chico al momento de elegir una actividad para practicar. Posteriormente, intercambió opiniones con los presentes que se interesaron en su mayoría por conocer o pedirle conceptos de su vida como profesional que dejó a los 44 años con un sinfín de pergaminos.
La evaluación es difícil de graficar porque a Montenegro lo aprovecharon muy pocos sampedrinos, alrededor de 200. Los que estuvieron en el José Geoghegan se fueron satisfechos con la clínica y lo que fueron a buscar. "Estuvo bueno porque planteó situaciones de la vida de un deportista, no sólo basquetbolista, y las pasó a una situación de vida que puede tener una persona cualquiera", sostuvo un joven profesor de educación física, a quien se sumó otro que admitió que se "llevó varias cosas más allá del deporte en sí".
Un "loco" amable
Al concluir, Hernán accedió a los pedidos de fotos y autógrafos del público. Tras cumplir el deseo de todos, accedió a dialogar con La Opinión y se mostró contento por el evento: "El placer más grande siempre es conocer gente. Desde el viernes a la noche que llegué me trataron de maravillas. Estoy agradecido al club, a su dirigencia y a la gente, muy educada".
Además, dejó su punto de vista sobre la exposición y admitió que el que "siempre se lleva algo" es él y que se fue con "muchas cosas": "Ha sido una linda charla muy amena, en la cual hubo un ida y vuelta interesante. Espero que haya quedado algo que nos pueda servir a todos. Yo no tengo ninguna verdad, sólo vengo a hacer una exposición de ciertos pensamientos míos y miradas".
-¿Qué rebote hubo en el público y qué crees que fue lo que más captó de tu mensaje?
-Eso habría que preguntárselo a la gente, sobre todo por una cuestión de respeto. Hay avidez de poder escuchar y aprender algunas cosas de la interna del deporte profesional que por ahí la gente que no ha pasado por el
lugar donde uno ha estado, desconoce y es entendible. Tener una mirada al mismo tiempo de conocer el blanco y el negro y no creer que todo es color de rosa. Hay un montón de situaciones que no se saben, no se conocen,
no hay profundidad ni exposición. Cuando hay niños hay que ir con la verdad, decirles y contarles de qué va esto para que se puedan preparar mínimamente para quien esté predispuesto para pasar esa barrera del deporte amateur al profesional.
-¿Coincidió el hilo de la charla en San Pedro con la que diste en otras ciudades?
-No. Cuando voy dar una charla viajo un día antes si tengo la posibilidad y es una exigencia mía contractual. Me gusta llegar con tiempo para conocer la gente como me pasó el viernes a la noche, que tuve la oportunidad de conocer a la mayoría de los dirigentes y gente que rodea al básquetbol para conocer las internas. Cada ciudad y lugar tiene distintas problemáticas y virtudes, y en base a eso hago mis charlas. Si bien tengo un lineamiento, voy acomodándolo. Traté de darla por ese lugar, no sé si fue un éxito pero la intención fue llevarla por ese lado.
-¿Con qué tipo de gente te encontraste?
-De primera, muy ávida de cosas nuevas, escuchar otras ideas y abiertos. Eso es muy importante porque no en todos lados encontrás gente con ganas de escuchar, preguntar y mostrar con orgullo lo que tienen. Este es un club ejemplo, un club con 9.300 socios es hoy una mosca en la leche desgraciadamente en Argentina.
-¿Hiciste algo más en San Pedro?
-Conocí un poco, recorrí pero más que nada quise estar en Náutico. Viniendo de Capital Federal, del manicomio, necesitaba tranquilidad y me pasé todo el tiempo mirando el río y los veleros, los chicos, las familias y todo lo demás.
Sus frases
-"Haber trascendido poco más que la media no me hace mejor ni peor que nadie".
-"Gracias al deporte me formé".
-"Con el deporte, le sucede lo mismo a un chico en Irán que en San Pedro: libertad, jugar, creatividad y la posibilidad de competir con uno mismo".
-"El deporte es hermoso cuando uno lo puede hacer sanamente y no tiene ataduras. Deja de serlo cuando uno quiere ir por más, ser profesional".
-"El argentino es experto en romper reglas y el deporte te enseña a respetarlas, te guste o no".
-"En una charla me pasó que una chica me dijo que su deporte lo eligió su mamá. Esto se da todo el tiempo. La nena estaba frustrada, ella no quería jugar al fútbol. Era el deseo de la madre traspasado en la hija, era la
condena de la hija producto de una madre frustrada".
-"El niño no decide más y sufre. Ahora deciden las circunstancias y la gente que lo rodea. Vive rodeado de un montón de gente que en teoría está al lado para ayudarlo pero a la mayoría no les importa nada, sólo que tenga éxito".
-"Hay que escuchar poco y mirar mucho, copiar".
El turno de Federico Grabich
El nadador de Casilda, Santa Fe, brindará una clínica el viernes 18 de mayo a las 19.30 en Náutico con acceso libre y gratuito para socios.
El evento, organizado por la Subcomisión del deporte, la Comisión Directiva y la Dirección de Deportes que dirige Guillermo Velázquez, será con cupos limitados y dirigido especialmente a los deportistas de competición y recreación del Celeste.
Federico Grabich es uno de los más importantes exponentes del deporte en el país en su extenso palmarés acarrea diez títulos sudamericanos en Mar del Plata 2014 y Asunción, Paraguay, 2016; un oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, 2015; y, el mismo año, un bronce en el Mundial de Kazan, Rusia. Además, participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Su especialidad son las pruebas libres de 50, 100 y 200 metros.
Opinión – Por Emir Diamante
San Pedro no los merece
El sábado la sociedad local dio una muestra más de que no hay que ocuparse en diagramar eventos importantes porque no acompaña, no le interesa. Lo sufrió en 2017 Pescadores con Pilar Geijo (tetracampeona mundial de aguas abiertas) y la Dirección de Deportes de la Municipalidad con Enrique Menéndez (exentrenador de selecciones nacionales de handball).
A la Comisión Directiva y Subcomisión de básquet del Celeste, precursores de la charla de Montenegro, le dieron la espalada muchos que en el mismo club y en la calle sostienen a viva voz que el deporte en San Pedro es decadente. Y ellos aportan a la decadencia.
Describir los pergaminos de Montenegro es en vano. 200 personas en una institución que tiene alrededor de 9 mil socios y una ciudad de 50 mil habitantes es poco más que nada. En Náutico fueron muchos los que fallaron y no se interesaron por la causa, comenzando por deportistas de otras disciplinas y afiliados que suelen sacar pecho con el “amado celeste”. Tampoco acompañaron sectores de la sociedad sampedrina ligados al deporte y al básquet en especial.
Por eso, San Pedro no mereció a Montenegro como en su momento a Geijo o Menéndez. O, más atrás, a Carlos Salvador Bilardo. En unos días estará Federico Grabich. Si el público no acompaña, no es para alarmarse sino aprender a que esta ciudad tiene la trascendencia deportiva que fomenta día a día con acciones y no de la boca para afuera.