Mónica Cahen D’Anvers: la excelencia periodística y la calidad humana distinguida por sus pares
Sampedrina por adopción y con "el Tata" César Mascetti " desde allá arriba" sólo tuvo palabras de agradecimiento para las oportunidades que le ha dado la vida. La Academia Nacional de Periodismo la galardonó en una ceremonia organizada en la Biblioteca Nacional.
“Soy una privilegiada extraordinaria. En la vida se me han dado oportunidades fantásticas, de todo tipo”, señaló Mónica Cahen D’Anvers en el diálogo que mantuvo con Lili Berardi, en el programa Sin Galera.
Mónica tuvo un altísimo reconocimiento esta semana cuando recibió el diploma con el título de “Académica Honoraria”, por parte de la Academia Nacional de Periodismo, entidad que preside Joaquín Morales Solá.
La ceremonia que condujo, el sampedrino Fernando Bravo se cumplió en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, en presencia de consagrados colegas y público en general.
“Me da mucho orgullo y mucha alegría esta distinción. Admito, y lo he aceptado, que soy y seré una laburante. Soy alguien que me gusta trabajar y me gusta hacer las cosas. Pero he tenido oportunidades fantásticas”, resumió sobre sus vivencias.
“La vida ha sido muy cariñosa y muy generosa conmigo. Me ha dado posibilidades de todo calibre, de todo tipo, en distintos países, con distinta gente. Realmente me ha dado oportunidades increíbles”, agregó.
Su trayectoria profesional es el reflejo de años de dedicación, esfuerzo y pasión. En el periodismo argentino, hay figuras que han dejado una huella imborrable y su influencia perdura a lo largo del tiempo. Este es el caso de Mónica, un ícono, cuya labor ha sido reconocida y respetada por todos.
Consultada sobre cómo se imagina hacer periodismo en esta época, con tantos medios de comunicación a su alcance, Mónica respondió que “no creo que hoy en día haya más medios para que yo pueda hacer más de lo que hice. Yo los aproveché, pero la vida ha sido muy generosa conmigo, así que no tengo nada más que decir que muchas gracias”.
En varios pasajes de la entrevista se mostró satisfecha por los frutos recogidos tanto en su tarea peiodística como por su paso compartido por la producción frutícola local.. “No sé cómo expresar, cómo explicar, cómo decir gracias a lo que se me ha brindado. Me tratan como si fuera un personaje extraordinario. Y no lo soy. Soy una mina cualquiera que ha tenido mucha suerte, a la cual se me han brindado muchas oportunidades, muchas posibilidades de hacer cosas. Y esto no le pasa a todo el mundo”.
Dentro de estas gratitudes incluyó este diálogo que mantuvo con Lili Berardi: “Estoy seguro que el Tata (César Mascetti) está escuchando ahí arriba, encantado de la vida que estemos charlando”.
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