Policía acaba de aprender nuevamente al mismo menor de 16 años que días atrás hiró a su padre en una pierna. El miércoles pasado, el progenitor pidió ayuda a las autoridades porque no logra controlar al chico que según relata está "perdido por el consumo de drogas".
Esta tarde, en Brennan y Javier Rivero, en el Barrio San Miguel los vecinos y la familia asistieron a un nuevo episodio de violencia. Esta vez, la víctima fue un vecino que había "salido a hacer las compras en frente del CIC", dijo Catalina, la srobrina y una de las testigos que aguardaba el informe médico en el Hospital.
"Qué están esperando?", preguntó mientras solicitaba la presencia de la prensa en el lugar para dar cuentas de una situacion que no logran controlar. "Le pegó una puñalada en la espalda, la otra creo que en la panza. Qué esperan para internarlo?, vive empastillado", relató la mujer que sabe que la víctima fue sorpendida "desde atrás, que lo agarró de la campera".
Minutos después de su ingreso a la guardia el Dr. José Herbas indicó que la víctima presentaba varias heridas. "El paciente está estable y compensado, le van a hacer una ecografía, lo están evaluando y el cirujano decidirá", indicó.
Carlos Rojas, el padre de quien ahora está a la espera de una resolución judicial en la comisaría, había dicho el pasado miércoles "consume esas pastillas que compran por 20 pesos en el barrio" y "porro" y pidió ayuda porque incluso tuvo que abandonar la vivienda en la que habitaba junto a su mujer y sus otros hijos para evitar males mayores. "Está ahí con otros chicos que tienen antecedentes y dicen que la madrugada es de ellos. Mi hijo no tieneantecedentes penales, sino que ingresó varias veces a comisaría por hurtos, nunca hizo cosas violentas", relató ese día suplicando porque no es la primera vez que tanto él como la madre solicitan apoyo. "Con mi hijo tengo problemas de siempre, de llevarlo a doctores y a San Nicolás. Mi mujer fue a San Nicolás a la Fiscalía del Joven varias veces, también a los consultorios de psiquiatría del hospital. La última vez que denunciamos nosotros era para ver si lo podían internar, teníamos un papel de la Fiscalía para que la Policía lo traslade al hospital, lo trataron tres médicas y dijeron, cuando salió, que el chico dijo que se iba a portar bien y que no era para internarlo. Nunca tuve respuesta de nada, hicimos todo lo que hicimos pero no pasó nada".
Ahora es tarde, ya hirió a otra persona y no se vislumbran posibilidades para sobrellevar la situación que tampoco soportan los vecinos y allegados que temen no solo por sus acciones sino por la de otros que conforman el grupo de pertenencia.