Mientras la investiga la Justicia, Galatti vuelve a trabajar
La odontóloga retoma esta semana sus funciones como profesional de la planta municipal, tras casi un año desde que fue separada del cargo de Directora del Hospital. Estaba de licencia por enfermedad, que levantó justo cuando se le acaba el beneficio con goce de haberes. Su destino será el CIC.
Marina Galatti volverá a vestir el guardapolvo blanco de odontóloga al servicio de la comunidad de San Pedro. La exdirectora del Hospital, que dejó ese cargo en medio de un escándalo por corrupción que investiga la Justicia, levantó la licencia de la que gozaba y esta semana retoma las tareas.
Sus funciones serán probablemente en el Centro Integrador Comunitario (CIC), según adelantó el actual Director del nosocomio, Raúl Bertone. “Tuvimos una comunicación telefónica y esta semana coordinaremos los horarios para establecer, según su contrato anterior, si corresponde que vaya al CIC o quede en el Hospital”, dijo el funcionario.
La odontóloga estaba de licencia por enfermedad desde diciembre del año pasado cuando el entonces Subsecretario de Salud Julio Caraballo y el administrador del Hospital Roberto Borgo denunciaron penalmente el robo de órdenes de compra, un sello y la aparición de facturas de adquisiciones realizadas con esos documentos truchos.
La enfermedad le duró lo mismo que la posibilidad de mantener una licencia con goce de haberes, lo que le permitió seguir cobrando alrededor de 4.000 pesos mensuales sin trabajar. Ahora regresa a la actividad, ya que de lo contrario debería tomar una licencia sin goce de sueldo.
Galatti supo percibir hasta 25.000 pesos cuando estaba a cargo del Hospital, puesto que tenía la posibilidad de firmar guardias para sí misma, lo que acrecentaba su salario nominal como profesional de planta y como funcionaria política.
En febrero pasado, la odontóloga se tomó unas vacaciones en Mar Azul para superar el stress que le dictaminaron y cumplir con la prescripción de descansar que impuso el médico que firmó su licencia.
Mientras tanto, el Fiscal Hernán Granda ordenaba una serie de allanamientos en el marco de la causa que la tiene como principal sospechosa de haber falsificado la firma de Caraballo en las órdenes de compra robadas con las que varios proveedores quedaron “clavados”.
Entre ellos, el constructor Pedro Dimayo, quien en su testimonio ante La Opinión involucró directamente a Galatti: “Lo que hicimos con mi socio es recibir la boleta, retirar los materiales y entregárselos a ella”, sostuvo y aseguró: “Los llevábamos a Marina Galatti en mano. El trabajo nuestro es recibir órdenes y cumplirlas. Ella está construyendo una casa, donde nosotros entregábamos los materiales que nos mandaban a buscar. Se los entregábamos en mano, siempre”.
El mecánico Fernando Cortez también dio su testimonio a este semanario. “Lo que yo hice fue un cambio de correas al Palio Adventure de Marina Galatti, que rompió las correas de distribución y la poly-v”, dijo y relató: “Fui a la casa de Marina Galatti y ella me hizo la orden de compra, la firmó y la selló. Le pregunté por qué decía ‘Julio Caraballo y me dijo que ellos se manejaban así. Entonces fui a lo Daviña, me dieron el kit de correas y realicé el trabajo”.
Las órdenes robadas fueron utilizadas para realizar compras en las firmas Bronzetti S. A., de hierros estructurales; Casa Botta, por cerámica, inodoros, puertas, ventanas y grifería; Electricidad San Pedro, por cables, fichas y una farola; SP Seguridad Industrial, por zapatos, pantalones, ambos y chaquetas; Pinturería San Pedro, por 40 litros de pintura, solventes, lijas y pinceles. Todas con la firma de Caraballo falsificada. Sumaban unos 35.000 pesos que los proveedores no pudieron cobrar.
La investigación incluye al Administrador Roberto Borgo y a la Jefa de Compras, Mirta Scorcelli, responsables de la documentación robada.