Mensualmente en San Pedro “se juegan” más de $ 1.200.000
La cifra es un promedio de las apuestas que se hacen en la quiniela oficial y clandestina. Aunque se dice que se juega más en la oficial, no se desconoce que en “la paralela” las apuestas diarias arrojan cifras importantes, pero se corre el riesgo de lo que se “saca” no se pague. Los montos se incrementan por ejemplo en Diciembre donde para las fiestas los vecinos juegan más números. Las que más entran a las agencias son las mujeres y los días fuertes de apuestas, se registran los lunes y los sábados. Se puede jugar desde los 0,25 centavos. Hubo sampedrinos que en un solo día “por una fija” llegaron a desembolsar 5000 pesos.
Miente quien al leer esta nota no reconozca que al menos una vez en su vida jugó unas monedas a “un numerito”, pero también hay que señalar que para cientos de sampedrinos “jugar” es un hábito diario que no abandona, llegando incluso a empeñar propiedades para hacer frente a las deudas que genera este vicio lúdico.
Todos, quienes apuestan, dicen tener “la fija” porque soñó, porque pasó algo a nivel nacional o mundial, porque tiene un pálpito o porque sigue desde años una misma terminación. Cada número tiene su significado y los apostadores se interiorizan antes de cada sorteo, pero quien está en el tema se conoce de memoria la lista y sabe ante cualquier circunstancia a qué numerito poner unos billetes. Todos dicen saber qué número saldrá y cuáles tienen más probabilidad. Aunque hay cifras más “salidoras” no se debe perder de vista que se trata de un mero juego de azar donde sólo unos pocos ganan, pero siempre desde el punto de vista desde donde se lo mire.
Las cifras de lo que se apuesta mensualmente en San Pedro realmente son significativas y mucho más relevantes aún cuando se suma lo que se juega en las agencias habilitadas y lo que se “levanta” en la calle. Aunque comentan que la clandestina nunca supera en apuestas a la oficial, sabido es que “mueve” cifras siderales. En nuestra ciudad, habilitadas por el Estado funcionan 11 agencias que compiten con la red de levantadores particulares que lo hacen recorriendo casa por casa a clientes fijos, o lo que es más llamativo aún en kioscos y otros comercios. Todo el mundo sabe dónde vive el quinielero del barrio. Pero los riesgos que se corren no son tenidos en cuenta por los apostadores, puesto que en más de una oportunidad, cuando las cifras a pagar son elevadas, nadie responde y como no se puede reclamar porque es juego ilegal, el jugador se queda con las manos vacías.
Números reveladores
Mensualmente en nuestra ciudad, a través de las agencias se juega un promedio de 700.000 pesos y los cálculos indican que otros 500.000 se apuestan en la clandestina.
A este promedio, también hay que sumar los casi 40.000 pesos que el estado provincial recauda en San Pedro a través de los sorteos poceados, léase Quini y Loto en todas sus variantes y modalidades y que aumenta notablemente cuando quedan jugosos pozos vacantes.
Los apostadores pueden optar entre 8 sorteos que proponen las distintas quinielas, pero las que más apuestas reciben son la Nacional, Provincia y Oro y la edición nocturna es la que mayores expectativas concentra.
En el trimestre Julio-Septiembre, sólo en San Pedro se jugaron 2.087.838 pesos en las distintas quinielas oficiales y en el mismo período la recaudación de los poceados superó los 100.000 pesos. En esos tres meses en la quiniela paralela se jugaron 1.500.000 pesos. De los meses mencionados, Septiembre fue donde más se jugó, pero sin lugar a dudas siempre es superado por Diciembre donde los apostadores, por las fiestas, se inclinan más a las pizarras.
Si se suman los registros mensuales de la oficial y la clandestina los resultados son sorprendentes. La simple suma indica que de acuerdo al promedio mensual, en nuestra ciudad el juego “mueve” por año 14.000.000 de pesos.
Más sorprendente aún son las cifras provinciales. En las 3.054 agencias habilitadas en todo el territorio bonaerense se juega un promedio de 145.000.000 de pesos mensuales. Sólo en el trimestre mencionado anteriormente se apostaron 432.807.454 pesos.
Los agencieros deben cumplir con determinadas metas y para mantener la licencia, tienen que superar un monto mínimo en cada trimestre, pero al que se llega fácilmente dado el porcentaje que mensualmente se registra.
Del total jugado, al propietario de la casa de apuestas le queda un porcentaje para nada despreciable por cierto, que establece Lotería de la Provincia y además puede acceder a premios extras si supera metas que le imponen.
5000 pesos para un solo número
Diciembre es el mes por excelencia y que más esperan los agencieros porque dicen que los vecinos “invierten” todo lo que tienen, sobre todo en los sorteos extraordinarios de Navidad y Año Nuevo.
Pero, Enero, Febrero y Marzo son los meses donde pocos entran a las casas de lotería. Quienes cuentan con experiencia en el rubro comentan que las vacaciones y el inicio de las clases son sus competidores más fuertes.
Así como hay meses donde mayores son las apuestas, también existen los días más fuertes para el juego. Dentro de este rango está el sábado y el lunes. Martes y jueves sólo se acercan los “clientes” de siempre y el miércoles los pocos pesos disponibles se destinan a las boletas del Quini y el Loto. Pero los agencieros dicen que todo varía de acuerdo a los aciertos, porque si una persona “saca” va a seguir jugando al día siguiente.
“La gente viene con las postas y dice que su número va a salir, pero si le hacés caso a todos te fundís. La gente relaciona los números con hechos políticos, cumpleaños de famosos y hace relaciones que no te podés imaginar”, comentó un comerciante con experiencia en el rubro.
En el mundo de los “quinieleros” todas las posibilidades son estudiadas y es así como se sabe por ejemplo que los números más salidores son el 13, 14, 17, 18, 20, 22 y particularmente a este número dicen que le juegan, porque justo ese día el apostador anduvo “loco” todo el día. Pero el favorito es el 32. Hace menos de tres semanas esta cifra salió dos veces en un solo día y se pagaron montos con varios ceros a los apostadores que ganaron. Los números que superan la decena del 50 son los menos queridos y del 90 en adelante son los menos elegidos.
“La gente te cuenta por qué le juega y además te das cuenta que algo pasó porque arrancás a la mañana con los mismos números”, indicó un agenciero señalando puntualmente que tras los incidentes en la Quinta de San Vicente con el traslado de los restos de Perón, el grueso de las apuestas fueron para el 17, pero ganaron quienes al día siguiente siguieron apostando en referencia a los hechos y sacaron con el 82, que en el libro de los sueños significa “la pelea”.
Quien tiene el hábito, lo hace todos los días llueva, truene o haga 40 grados de calor. “Hay mucha gente que vos la ves entrar y ya sabés los números que va a jugar porque siempre son los mismos y a veces lo sigue durante tres días, pero nunca deja de jugar”. Están también los que siguen números de cuatro cifras desde hace años con la ilusión de que algún día sacarán para recuperar todo lo que perdieron.
Cuánto se apuesta
La apuesta más baja es de 0,25 y no hay límite en la cantidad de dinero que se puede desembolsar para un sorteo. Cuentan que en una agencia local una persona jugó 5000 pesos a los 10. Su fija era que esa noche salía el 27, pero, no sacó nada.
En San Pedro las apuestas mayormente parten desde los dos pesos y un porcentaje importante supera los 100 pesos diarios.
“Hay gente que juega 50 pesos en el día, saca 35 y está contento. No tienen en cuenta que terminan perdiendo, pero igual siguen”, contó desde lo que ve a diario en su agencia un comerciante.
La quiniela es atractiva para todas las condiciones sociales, pero el vicio está más instalado en vecinos sampedrinos con mucho poder adquisitivo. Si bien no son ellos los que visitan las agencias, mandan a personal de confianza antes del cierre de cada sorteo. Las mujeres son las que más entran a los locales. De 10 clientes, 7 son mujeres.
Y las ruletas?
Pese a que nunca existió una investigación oficial por parte de los organismos que tienen la responsabilidad de controlar el juego clandestino, luego del informe publicado por La Opinión Semanario, las dos ruletas que funcionaban en la ciudad fueron inmediatamente retiradas. Inclusive corrió similar suerte otra que congregaba a decena de vecinos en una localidad del partido.
Las ruletas se retiraron en el mayor de los silencios sin que nadie se preguntara nada. Puede que esto tenga que ver porque muchos de los que jugaban unas fichitas, eran precisamente quienes tenían que controlar.