Memoria sana o memoria insana
Churchill, quizá para nosotros los argentinos el más simpático “premier” inglés, se hizo cargo de su magistratura al empezar la Segunda Guerra Mundial en 1939. Al hacerlo le habló a su pueblo y les dijo aquella famosa frase: “Sólo puedo prometer sangre, sudor y lágrimas”. A pesar de ser el artífice de la restauración de un país agradecido y devastado, perdió las elecciones en 1945!!! No se suicidó, no se fue del país, no se deprimió, se dedicó a escribir libros y en 1951, seis años después volvió a ganar la Primera Magistratura por amplio margen…
Se lo acusaba (en el momento de perder en 1945), de tiránico, personalista, intolerante, etc. etc. Y probablemente lo fuera pero, en el fondo fue quien salvó a Inglaterra de millones de males y trastornos. Era un tipo muy inteligente y buen escritor, tanto que fue galardonado en 1953 con el Premio Nobel de Literatura. Después de ese mandato surgido en 1951, se retiró a vivir sus últimos años siendo un hombre de consulta no sólo en su país, sino en el mundo.
Quizá la memoria de la gente, la percepción inmediata tiene que ver con las asociaciones mentales del pasado más cercano. Algo de eso está pasando con lo que se ha dado en llamar el “Kirchnerismo”, que, en los hechos es una desvalorización del resto del peronismo, como si no hubiera otra identidad con perfiles propios dentro del movimiento más importante de América Latina en toda su historia. Al mismo Kirchner le molesta esa simplificación.
Además, ahora todo lo que es “K” para la corporación mediática es malo. No hay nada, nada que no sea corrupto, sospechoso, oscuro, ilegal. ¡¡¡Qué raro!!! Hasta en el 2007 cuando ganaron Cristina y Cobos nadie hablaba de eso, tampoco se hablaba de las leyes que -por ser necesarias- le tocan el bolsillo a unos cuantos, o aquellas investigaciones de niños apropiados que involucran inclusive a la propietaria del diario más importante del país. Ahora aparecen copias de cheques de la Campaña 2007 de la mafia de medicamentos. Completito. Alguien va a extrañar dentro de unos años: el pueblo sincero.