Medidores de agua y más exigencias para edificaciones nuevas
El Gobierno empezó a notificar a construcciones de los últimos 10 años, que deberían tener servicio medido de agua potable, y a comercios que están habilitados. En conjunto con Rentas, irán por los negocios que consumen mucha agua pero no están registrados. Utilizarán georreferencia para detectar piletas no declaradas de usuarios residenciales. Se termina el “sistema de goteo” que burla el control.
La Secretaría de Obras Públicas empezó a distribuir las notificaciones para que comercios y edificios se anoticien de que les colocarán medidores de agua para que paguen por ese bien escaso de acuerdo a lo que consumen.
Tal como anunció el sábado en Sin Galera el titular del área, Jorge Ponzio, ya alrededor de 30 comercios que están en esa condición en esta primera tanda de lo que promete ser una medida que se hará extensiva a todos y cada uno de los grandes consumidores, incluidos los residenciales.
De hecho, los edificios de departamentos también fueron notificados para que las administraciones sepan que les será colocado el medidor y que a su vez se lo comuniquen a los miembros de cada consorcio.
Sin agua no se puede vivir
El Subsecretario de Servicios Públicos Hugo Días informó a La Opinión que el primer cruce de datos con la Dirección de Rentas permitió notificar a los 30 comercios.
La mayoría de ellos son panaderías y carnicerías. El paso siguiente es ir por lavaderos y otros rubros que están habilitados o tienen el trámite en marcha, de manera tal que están declarados en el área que conduce Hernán Abatángelo.
Días es impulsor de la colocación de medidores desde que era funcionario de Barbieri. Luego, cuando fue secretario en la era Guacone, volvió a proponerlo en reuniones de gabinete y con los concejales de entonces.
Hace dos años, en medio de la ya clásica crisis de falta de presión de los veranos, había dicho que los 20 millones de litros que producían los pozos que llevan agua a la red no eran suficientes, y que era necesario “usar el mínimo indispensable” para evitar derroches.
Ahora, otra vez verano y con los mismos problemas, Ponzio y Días avanzan en el tema, con la decisión de colocar medidores primero en lo que manda la ordenanza que los implementó en 2006 y luego, tal como señala la misma norma, avanzar hacia los consumos residenciales, previo paso por aquellas viviendas donde el uso raya el comportamiento abusivo.
Las nuevas edificaciones deben pagar
Ya fueron comunicados todos los edificios que hayan sido construidos desde 2006 en adelante. Además, dispusieron que todo aquel que haga una obra nueva debe poner medidor.
“Hay cuatro carillas de edificaciones, empezamos por los edificios grandes y los de propiedad horizontal”, señaló Días.
Además, prepara un proyecto de ordenanza para evitar que los que ponen bombas domiciliarias “chupen” el agua de la red y dejen a sus vecinos sin presión.
“El plan es que las construcciones nuevas implementen un tanque cisterna”, anticipó Días y explicó que se trata de una unidad que colectará agua a bajo nivel y lo envía al tanque ubicado en la parte superior de la vivienda cuando falte presión.
Ni canillas paralelas ni gotita clandestina
Los que están habilitados o en trámite serán los primeros en ser notificados, pero no los únicos. El cruce de datos con Rentas implica que las inspecciones que revelen que hay comercios sin registrar, de la misma manera que deberán declarar para pagar tasas y derechos, deberán hacerlo con el medidor de agua.
Uno de los rubros que más preocupa es de los lavaderos de autos y de ropa, que proliferaron en diversos barrios de la ciudad sin control alguno, es decir sin pagar como corresponde.
El centro es el primer destino de revisión, ya que es la zona comercial por excelencia de la ciudad, aunque luego irán por el resto del territorio.
Por supuesto, deberán extremar recaudos para evitar avivadas como la que supo relatar este semanario hace unos años, cuando reveló que un conocido emprendimiento turístico tenía una conexión clandestina con la vivienda lindera y dejaba una canilla goteando para que el medidor registrara el mínimo posible.
Ese tipo de casos también permite establecer que hay comercios del mismo rubro que presentan un consumo muy diferente, cuando en realidad deberían ser similares.
El Gobierno está decidido, además, a ir por las piletas de natación, que serán detectadas a través de georreferencia satelital. Donde se vea una piscina, habrá un medidor.