Matías Velo y el debate sobre la solidaridad de los funcionarios políticos
“Recuperar la solidaridad como regla” es el título que el ex concejal Matías Velo eligió en el Diario Página 12 para reflexionar sobre la solidaridad y los sueldos de los funcionarios políticos. Plantea allí un debate que en medio de la pandemia de COVID-19 cobra relevancia extrema en la población a la que la máxima autoridad le pide gestos solidarios.
“Recuperar la solidaridad como regla” (Página 12)
-Por Matías Velo
Palabras del propio presidente de la nación al que hoy una amplia mayoría de ciudadanos apoyamos por el compromiso que ha tomado frente a la crisis provocada por lo que ya todos conocemos, incluso ha mejorado sustancialmente su imagen sobrepasando ampliamente la de todos sus allegados políticos. Tal vez por la sencillez y coherencia de sus palabras o bien por la honestidad que emana de su discurso, lo cierto es que apunto bien y es claro cuando dice que no pretende fomentar la grieta.
Ahora bien, también es cierto que Alberto nos ha solicitado a todos que seamos solidarios en todos los aspectos: desde el “quédate en tu casa” hasta “les toco la hora de ganar menos” cuestiones controvertidas pero sumamente necesarias para lograr que desde el Estado se logre responder lo más eficientemente posible, es decir menos contagios, menos muertes, menos crisis económica e incluso del tipo humanitaria. Para ello se ha dispuesto todo el aparato del Estado en favor de la ciudadanía cuestión lógica para aquellos que vemos al gigante como garante de todos los derechos que consagra nuestra carta magna, cuestiones dignas de mencionar pero que ya todos conocemos o debiéramos conocer.
También es cierto que el ser solidario no solo abarca a los empresarios, comerciantes, trabajadores dependientes o autónomos es lógico y necesario que la mal llamada clase política tome partido, de hecho lo considero esencial, en este contexto de crisis porque si el esfuerzo es colectivo ¿Por qué quedarían exentos de ello?. Hoy la sociedad en su gran mayoría, algunos a viva voz y otros con timidez reclaman el esfuerzo compartido y no por ello debe considerarse equivocadamente como un gesto de antipolítica sino todo lo contrario, es acercar desde lo gestual a los representantes con los representados más aun en este momento de la historia donde se reverdecen los prejuicios y se justifican hasta los golpes de Estado por gente de nuestra generación y aún más jóvenes, obviamente desde un punto de vista mus sesgado que merece ser repudiado pero también crear conciencia a partir del conocimiento.
He leído en algunas publicaciones donde ubican a los cargos públicos por elección popular como un “trabajo” y que por ello su “sueldo” no debiera tocarse porque están al servicio de la comunidad toda, no voy a entrar en detalle alguno sobra la última afirmación pero si me encuentro en la obligación moral de manifestarme en contra de esa primera formulación ya que los cargos electivos no son de por si trabajos ni siquiera se encuadra dentro de la categoría que estipula la ley que regula en la materia, no es tan sencillo… el cargo público obedece a la necesidad de contar con un cuerpo que delibere, o sea que analice, que proponga y controle al poder ejecutivo en su génesis representativa y republicana de gobierno. La dieta de legisladores nacionales, provinciales e incluso concejales tiene una función de ampararlos frente a la desigualdad, es decir, que se garantiza de cierta manera que no solo quienes tienen la tranquilidad económica puedan acceder a una representación legislativa. También implica una cierta compensación frente a las supuestas pérdidas que se ocasionan en razón de ello. En fin, no es su trabajo ni es un sueldo…. Es una función pública que merece ser recorrida de forma honorable y junto al pueblo que lo eligió.
Algunas personas podrán tildar de “tribunero” el pedido de una gran parte de la sociedad (que si nos tomamos el tiempo de verificarlo fuera de nuestro circulo de onanismo intelectual veremos que es así) el hecho de que a modo de gesto y contribución tanto concejales como funcionarios municipales colaboren con un cierto porcentaje para afrontar la crisis actual y la que viene… ya la Corte anuncio su aporte, también lo harían los legisladores nacionales entonces… ¿Por qué no deberían los locales?. Es cierto que los aportes que podrían hacer no serían significativos en cuanto a montos se trata, pero en la vida como en la política no todo es plata…. El gesto es inconmensurable.
Manifestar a boca de jarro que la sociedad quien exige se revean los haberes de sus representantes, frente al contexto, es de algún modo antidemocrático es una exageración y de cierta forma hasta incoherente, es decir según esta lógica: ¿resulta antidemocrático que los representados exijan a los representantes que sean solidarios frente a la crisis actual y venidera?, que compartan junto al pueblo los sin sabores de lo que ocurre? A todas luces lo antidemocrático y miserable es intentar callar u opacar las voces de quienes solo se manifiestan en democracia (guste o no guste)…
Algunos otros argumentos que boyan por las redes se sumergen en la más absoluta ignorancia o bien por algún pre concepto que nada tiene que ver con nuestro sistema de gobierno, con nuestra Constitución.. Comparar lo público con lo privado en lo que respecta a la información no tiene otro calificativo… los sueldos de funcionarios y demás empleados públicos son de esa índole, públicos y como principio republicano de gobierno toda esa información debe estar al alcance de todos los ciudadanos, eso ya no se debate, quedo saldado hace mucho tiempo … Por que debería saber un ciudadano, empresa o ente cuánto cobra un trabajador en el ámbito privado? Que haría con esa información? cual sería el justificativo para que se publiquen los montos de un asalariado del ámbito privado? Ejercería algún control ciudadano frente a ello? Son solo algunas preguntas que me hago.
Por último, para no ser tan extenso, entiendo que las posiciones políticas deben contextualizarse, hoy la sociedad exige un gesto de la política, que los vea como partes de la sociedad y no como una elite intocable, hoy se requiere que todos los funcionarios adopten una posición solidaria frente a sus vecinos quienes transitan por un mal momento, hoy es oportuno y necesario… cuando todo esto pase se podrá debatir “el costo de la política”, nombre que algunos detractores le han dado y que no comparto en absoluto pero esa será otra batalla en nombre de la democracia, hoy nos toca resignar a todos y ser solidarios.
Mi opinión
Matias Velo