Martínez brilló ante una multitud
El boxeador sampedrino Fabián Valentín Martínez derrotó a Miguel Alvarado y retuvo el título argentino super pluma perteneciente al Consejo Argentino de Boxeo Profesional. Fue en la inolvidable noche del sábado en un colmado Gimnasio Municipal. En la previa también ganaron Hernán Ferreyra y Juan Pablo Marigliano.
Será muy difícil perder de vista rápidamente lo sucedido el sábado a la noche en el Gimnasio Municipal. Quedará en la historia porque fue la tercera vez que un sampedrino pelea por un título nacional en su propia ciudad, porque unas 1.200 personas le pusieron el marco adecuado y porque quedó en claro que cuando se ofrecen eventos de nivel la gente responde, principalmente con esta disciplina que en otros tiempos convocaba verdaderas multitudes y sigue haciéndolo cuando quienes están detrás se animan a enfrentarlo con seriedad y respeto hacia el espectador.
Lo del sábado fue excelente, tanto los hermanos Ibarrola como el propio Martínez la pelearon para lograr hacer la defensa en San Pedro, lo consiguieron, se coordinaron con la Dirección de Deportes y presentaron un espectáculo como muy pocos pueden brindar, con seis peleas y tres de ellas de carácter profesional. Todo para que Fabián “Monito” Martínez (58.600 kg.) pueda defender el título Super Pluma ganado hace unos meses atrás en San Isidro, ante un rival experimentado pero que se vio superado por el sampedrino de principio a fin. El entrerriano Miguel “Gomita” Alvarado (59 kg.) mostró entusiasmo y entereza, algo bueno para el espectáculo pero muy lejos de sus aspiraciones para arrebatarle la corona a Martínez.
Todo a favor
Fueron diez los rounds que abarcaron la contienda y en ninguno de ellos Alvarado pudo sobreponerse a Martínez. Arrancaron con todo, con muchas ganas y velocidad, gastando a cuenta gran parte de sus restos físicos. De todos modos el “Monito” llevó siempre la iniciativa arrinconando a “Gomita” en la mayoría de los rounds utilizando todos los golpes que fueran necesarios para ir desgastando al entrerriano. Solo en dos capítulos (el 4 y el 6) mostraron algo apagado a Martínez con respecto a los demás pero eso no significaría nada, solo la entendible reacción del rival que de a poco se fue dando cuenta que lo de Martínez era impecable y que no terminó antes, justamente porque el sampedrino no tiene alma de noqueador, pero en varias oportunidades parecía que la historia se cerraba.
Es más, en una ocasión en el octavo round el árbitro Raúl Ilvento debió efectuarle la cuenta de protección ya que sintió uno de los tantos golpes que le asestó Martínez.
Guiño de ojos
Nada raro podía pasar, el final sería el esperado y una muestra de la confianza con la que enfrentó los últimos minutos fue una guiñada de ojos y una sonrisa a los hinchas de Mitre (donde juega al fútbol). Un grupo de compañeros e hinchas lo fueron a alentar y celebraron con emoción cuando el “Monito” se subió al cuadrilátero, mostrando la camiseta “Roja”.
El fallo de los jurados marcó la justa diferencia que hubo arriba del ring: 100 a 90, 100 a 89 y 99 a 90. Martínez acababa de retener la corona y la conmovedora ovación lo premió… porque también es un verdadero ejemplo deportivo, por el sacrificio diario, por la persona que es y porque el boxeo sampedrino merecía volver a vivir una noche de brillo y emoción.
Homenajes
Y tanto hablar de emociones no podían faltar los homenajes y reconocimientos. En un intervalo de la noche el Intendente Municipal Mario Barbieri y los periodistas deportivos descubrieron una plaqueta recordando a Mario Aníbal Jiménez, periodista deportivo y fanático del boxeo. Por su parte, los hermanos Ibarrola reconocieron la trayectoria de quienes han hecho mucho por el boxeo en la época de oro del boxeo local. Uno de los reconocidos fue Hugo “Chacho” Pérez, maestro y amigo de sus pupilos, promotor de innumerables veladas boxísticas y primer entrenador del histórico Lorenzo García.
El otro reconocido fue Horacio Fortunato, otra de las personalidades vinculadas al deporte y al boxeo puntualmente, participando como dirigente e integrante de aquellas comisiones municipales de boxeo que controlaban los festivales más importantes que se realizaban por esos tiempos.
Victorias locales
En la previa se desarrollaron 5 peleas que tuvieron como protagonistas a los púgiles sampedrinos. Alejandro Pereyra y Darío Pucheta (Ramallo) abrieron la velada empatando en un combate enmarcado en la categoría mediano. En la segunda pelea de la noche, el medio mediano liviano local, Diego Albacete le ganó por puntos en fallo unánime a David Ricci de San Nicolás. Marcos Monzón (mediano) le ganó por RSC (referí suspende combate) a Leonardo Donatti de San Nicolás. En la primera pelea de semifondo, el profesional sampedrino Juan Pablo Mariglaino (gallo) regresó a la actividad ganándole por puntos en fallo unánime a David Guzmán (Villa María). En la segunda contienda de semifondo, Hernán Ferreyra (super gallo) también obtuvo una clara victoria sobre Mario Saravia (Moreno) por ko. técnico en el cuarto asalto.