Malditos Petardos
Por ellos perdió la vida el perro OSO al que yo le pido perdón por la especie humana, él murió sin comprenderla.
De recién nacido lo abandonaron arrojándolo a un zanjón, lo recogió una mujer que lo crió con mamadera. A medida que iba creciendo descubrió que se trataba de un perro muy grande de pelaje largo y negro, por eso lo llamó OSO. Así pasó siete años en su casa lleno de amor. Pero la noche del 31 ya no estaba en este mundo la buena Señora para contenerlo. Por el temor que le causaban las explosiones producidas por los “festejos”, sólo, aturdido y asustado corrió sin rumbo, alejándose, por primera vez de su casa de campo en la zona de Viveros Ohiler, con tan mala suerte que buscó refugió en la casa de un asesino que no reparó en dispararle un tiro de escopeta.
Cuando llegó el nuevo día, y cuando todo era silencio, arrastrándose en el pasto mojado por el rocío, llegó para morir en su casa.
Cómo explicarles a los humanos…. Tan grande, tan bueno y tan desarrollado su oído.
Así murió Oso sin comprender…. Como muchos otros que pasaron situaciones parecidas al CUETE.
Un ciudadano común.