Maira, la repostera que sorteará tortas para los niños que cumplan años y no tengan una
Maira López tiene 31 años y vive en Gobernador Castro. Es policía hace 3 años y repostera hace 8, y en estos días tuvo una idea para ayudar a familias sin recursos que no puedan comprar o elaborar una torta de cumpleaños para sus niños. Cada mes, sorteará 3 entre los niños que cada familia anote y las entregará el día del cumpleaños. "Que por lo menos tengan una tortita para compartir con la familia, la realidad es que todos los chicos esperan tener su tortita al menos", explicó.
Maira López es una vecina de Gobernador Castro a la que se le ocurrió una idea para ayudar a aquellas familias en situación económica complicada y que tengan niños que cumplen años en casa.
Con 31 años y dos hijos, uno de 12 y otro de 4 meses, Maira se desempeña como policía durante el día y como repostera vuelve a su casa del barrio del Tanque de la localidad. "Soy policía desde hace 3 años y medio, y hago todo lo que es pastelería hace 8 años. Siempre hice pan casero, bolitas, tortas, de todo", contó a La Opinión.
Maira vive hace 13 años en Castro y conoce la realidad de las familias que viven allí: "Hay gente que trabaja en la temporada, y a veces hay trabajo y a veces no. Yo también trabajé en el campo. Y se me ocurrió, me parece lindo para los chicos, ellos esperan una torta".
Luego de publicar su idea en Facebook, muchas personas compartieron la iniciativa y algunas mamás anotaron a sus hijos. La propuesta consiste en que, del 27 al 30 de cada mes, las familias anoten a sus hijos que cumplen el próximo mes. Maira sorteará entre los anotadas 3 tortas que entregará el día del cumpleaños de los niños.
"La idea es hacerlo hasta cuando pueda, con o sin pandemia, llego del trabajo y trabajo en mi casa. Me organizo, mi marido me ayuda. Él trabaja en el campo. Trabajando es la única manera de salir adelante", aseguró Maira, que cumplió su sueño de ser policía cuando se abrió la posibilidad de estudiar en San Pedro.
"Me costó mucho poder terminar el secundario. Trabajaba en el campo. No me anoté enseguida en la policía porque la carrera se hacía afuera, y con un nene chiquito era difícil. Siento que me rendí en ese momento. Después se abrió la policía local y me anoté y quedé. Mi hermano también estudió conmigo e hicimos la carrera juntos. Se puede, hay que intentarlo", contó.