Tras las vacaciones forzadas, advierten que JS Textil está “subsistiendo el día a día”
El sábado en Sin Galera, el abogado Nicolas Macchia aseguró que la situación continúa siendo difícil para la empresa de la familia Scazzariello. "Están flotando, subsistiendo el día a día, semana a semana, tratando de no cerrar una planta que la familia quiere y le tiene un amor total", señaló. A principios de año, la firma abrió sus puertas a La Opinión luego de que otorgaran descanso anticipado a los 88 empleados.
En febrero La Opinión publicó un informe en el que detalló la difícil situación que atravesaba la fábrica textil que fundaron Juan Carlos Scazzariello y Julia Solera y actualmente coordinan sus hijos, porque otorgar vacaciones anticipadas a los 88 empleados de la planta.
El empresario sostuvo que en su compañía la prioridad era "mantener los puestos de trabajo aun sin haber trabajo" aunque advirtió que no sabía qué podía suceder en el corto plazo de cara a la nueva temporada. No sabía si iban a tener clientes ni cuánto estarían dispuestos a pagarles.
A dos meses, el abogado Nicolás Macchia se refirió al tema en Sin Galera y explicó: "Están flotando, subsistiendo el día a día, semana a semana, tratando de no cerrar una planta que la familia quiere y le tiene un amor total porque es la familia, precisamente".
Además, añadió que luego de que el problema se hiciera conocido a través de los medios, funcionarios municipales como el secretario de Desarrollo Económico, Alfredo Camilletti, se acercaron a dialogar con los empresarios. Sin embargo advirtió que la solución a lo que ocurre en JS textil no la puede brindar el municipio.
"La cuestión de JS es que depende de una firma como Cheeky, que hoy importa y que encima en el mercado local no vende; el mercado interno se achica a niveles mínimos y puede exportar a costo cero todo lo que sea necesario", analizó Macchia.
Por último, explicó que si bien la Municipalidad no puede brindar la solución ya que es consecuencia de las políticas nacionales que "no defienden el trabajo argentino", si algo ocurriese sería el estado local quien "debe atajar esas 80, 100 o 200 familias desocupados y en algún momento actuar".