Más “verde” que la camiseta
La posible venta de los terrenos en donde se ubica la cancha del Club Independiente de Río Tala provocó una inusitada reacción con final abierto.
Hace pocos días se desató una situación por demás de traumática y tiene que ver con la posesión y propiedad de la cancha del Club Independiente de Río Tala. La institución hace 16 años que se estableció en ese lugar tras un acuerdo de palabra con uno de los dueños, hoy fallecido.
La presencia de personas en el lugar, todos supuestos compradores y un agrimensor, alertó a los padres y dirigentes, quienes se autoconvocaron para resistir la posesión de estas personas con intervención policial incluida.
Desde donde se lo mire, aparecerán cientos de versiones y conclusiones sobre esta particular historia. Además comenzaron a aparecer los fantasmas de los negocios inmobiliarios y las usurpaciones de terrenos, una costumbre muy común por estos tiempos en todo el partido de San Pedro.
En realidad no es otra cosa que eso, un claro negocio inmobiliario que se aferra, sólo, a los supuestos acuerdos de palabra. Con personas reconocidas por la familia pero que aparecieron por sorpresa y concretaron un magnífico negocio que oscila, por ahora, en los 30.000 pesos.
Las tierras pertenecen a la herencia de la familia Tettamanti, pero al parecer existen irregularidades en cuanto a trámites, deudas impositivas y tasas municipales.
La versión del club
Los padres y dirigentes de la institución se aferran a sus convicciones y sentimientos. Avasallados por la indignación de supuestos negociados que dejarían sin práctica a más de 60 chicos comenzaron a movilizarse la semana pasada.
Quienes tienen la responsabilidad de hacerle frente a la situación aseguran que Independiente tiene la posesión del predio que hace unos 18 o 20 años existió un acuerdo de palabra con uno de los herederos, el señor Juan Benito Tettamanti, y que a cambio le condonaban los impuestos, aunque nunca se pagó nada.
Con el transcurso de los años aparecieron personas que quisieron adquirir las tierras para cederlas definitivamente al club pero por los propios contratiempos de los herederos no se pudo concretar. Ahora la pelea se basa en salvar el único lugar con que cuentan los chicos para jugar al fútbol y al parecer seguirán hasta las últimas consecuencias.
El club inició sus actividades sobre un terreno pegado a las vías, en inmediaciones de la estación de trenes, pero a los pocos años tuvieron que abandonar el lugar. Como no tenía a donde proseguir sus actividades fue el propio Tettamanti quien les habría indicado que se instalaran en estos terrenos porque así se evitarían asentamientos, por ejemplo.
Mientras tanto han surgido reuniones con las autoridades municipales y un proyecto de resolución por parte del Concejal Adrián Macenet, quien pediría que el lugar sea declarado de bien público. La iniciativa no tiene alcance suficiente para evitar lo inevitable, en todo caso el edil debería apelar a otros instrumentos legislativos y a una investigación para proceder a la expropiación si es que en realidad existen las deudas ante el gobierno de la Provincia.
La familia no vende
Consultados los hijos de Juan Benito Tettamanti, un reconocido vecino sampedrino con arraigos futbolísticos al igual que sus hijos, confirmaron que quien aparece como vendedora de los terrenos no cuenta con la anuencia de todos los herederos. La familia no tiene ninguna intención de vender por ahora y menos la de sacar al club de ese lugar.
Esta versión le suma mayor contraste a la situación ya que pone de manifiesto que la situación legal no sería la mejor habida cuenta de que al menos tres personas dicen contar con un boleto de compra venta, cuya validez es al menos dudosa.
Los compradores
Para sorpresa de las autoridades y padres del club, quienes adquirieron los tres terrenos son vecinos del lugar, Gustavo Navarro, Darío De Antoni y Mauro Osorio.
En el caso de Navarro, aseguró que la operación se realizó por 10.000 pesos y que está todo en orden. Ellos mismos se harán cargo de la deuda que mantienen los terrenos y que esperan que se levante la feria judicial para concretar los pasos legales que restan para poder escriturar. Hasta el momento cuentan con el mencionado documento.
Trascendió que ningún dirigente de la institución se comunicó con las dueñas de los terrenos. Pero estas estarían seguras de la operación y que detrás de todo esto “no hay nada raro”. Pero para ser más contundente aún y dar por el suelo todas las intenciones, los compradores negociaron directamente con las señoras Ofelia Tobler y Victoria Tettamanti, también familiares directos y sostienen que existiría desinformación por parte de los dirigentes del club y el resto de la familia propietaria. Los tres terrenos que fueron vendidos y se encuentran justo sobre la cancha no pertenecerían a la familia de Juan Benito Tettamanti, sino que son propiedad de estas mujeres, que hoy viven en la ciudad de Zárate. Es por eso que los compradores están seguros de lo que hicieron y piensan seguir adelante. De continuar la situación posesoria por parte de los compradores, la factibilidad de la operación comenzaría a concretarse. Parece que a nadie se le ha ocurrido preguntar cómo obtendrán, por ejemplo, los permisos de construcción sin tener las escrituras correspondientes. Tal vez confíen en la suerte que tienen algunos selectos sampedrinos de “alambrar para después quedarse en el lugar”.
Vale destacar que otros terrenos de la vecina localidad también han sido sitio propicio para quienes en cada porción de tierra ven un negocio inmobiliario.