Más dudas que certezas
En menos de una semana se produjeron dos asaltos en comercios, a la misma hora y en pleno centro de la ciudad.
Existen cientos de modalidades delictivas a la hora de llevar a cabo un ilícito. En nuestra ciudad la inseguridad ha ganado una preocupante regularidad difícil de combatir y cada tanto aparecen hechos que se diferencian de los habituales. Son los que por sus características dejan un sello incómodo de resolver.
Puntualmente se destacan dos hechos de asalto y robo que se produjeron en menos de una semana, a la misma hora, con cuatro cuadras de distancia y dos hombres como protagonistas.
El Lunes, alrededor de las 8.15 horas, el local comercial de Supermercado del Mueble, ubicado en Mitre al 1.200 fue víctima de un robo calificado y privación ilegítima de la libertad. Las dos personas ingresaron simulando ser clientes hasta que en un determinado momento extrajeron sus armas de fuego y apuntaron para reducir a los tres empleados de la firma y dos clientes ocasionales que allí había.
Los sujetos trabajaron con mucha profesionalidad y decisión, a cara descubierta y exigiendo que se les entregue el dinero que había en la caja, algunos productos del comercio y elementos personales de las víctimas. Es más, según se supo, uno de los delincuentes habría maltratado a uno de los trabajadores en el momento que exigía que se le entregase el dinero que había en la caja fuerte. Allí se produjo un rápido forcejeo que terminó cuando el delincuente descerrajó un disparo intimidatorio con un arma silenciosa (según se estima, por el tipo de estampido que efectuó).
Así, en cuestión de minutos, concretaron el ilícito y se dieron a la fuga sin que nadie advirtiera que era lo que estaba ocurriendo. Previamente trasladaron a los empleados hasta una dependencia posterior que tiene el local, los arrojaron al piso y los maniataron con precintos. De esa forma pudieron huir tranquilamente con un aparente apoyo externo.
Este hecho cuenta con características similares al registrado el Jueves pasado a la sucursal San Pedro de la unidad crediticia Credil, ubicada en Mitre al 700. También a las 8.15 horas una persona ingresó demostrando interés en efectuar una operación, pero en cuestión de segundos ingresó otra que de inmediato redujo a las dos empleadas que se encontraban en el comercio con la finalidad de llevarse el dinero que había y elementos personales de las víctimas.
Aquí también, ambas mujeres fueron llevadas al sector trasero del lugar, las arrojaron al piso y ataron sus manos con precintos. En este caso, mientras los delincuentes perpetraban el ilícito mantenían un contacto celular con otra persona que supuestamente era quien los aguardaba en inmediaciones del comercio. Una vez conseguido el dinero, huyeron sin dejar rastros.
Datos y coincidencias
Por supuesto que estas clases de ilícitos preocupan. La investigación corre por cuenta de la Fiscalía Nº 5, quien ayer tomaba declaración a las víctimas. Hasta el momento no hay demasiadas novedades y tampoco hay un registro cabal de lo ocurrido ya que por esos días las cámaras de seguridad habían dejado de funcionar. Está claro que podría tratarse de los mismos autores. Por la modalidad y las características de los delincuentes (personas bien vestidas y de unos 30 años).
En ambos robos se eligieron horarios puntuales, sabiendo que abrían temprano y que la concurrencia de clientes por esos instantes es escasa.
Coinciden los horarios, los objetivos y los precintos utilizados para atar a las víctimas. Además, se estima que no serían oriundos de nuestra localidad, pues se manejaban con mucha tranquilidad y a cara descubierta. De allí, se desprende la posibilidad de que cuenten con apoyo sampedrino, es decir que podría existir la figura de una persona que efectúe un trabajo logístico previo, que reúna datos precisos para aportar a los delincuentes.