Luis Caramún mejoró tras ocho días de internación por COVID-19: “Ahora respiro, pensé que me iba al mazo”
Diagnosticado con COVID-19 hace 17 días, el funcionario permanece en sanatorio Coopser, donde lo internaron hace más de una semana. Este viernes presentó una importante mejoría y le levantaron el aislamiento estricto, por lo que pudo comenzar a mantener contacto con allegados. En diálogo con La Opinión, relató su experiencia.
El director de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad, Luis Caramún, mejoró este viernes tras ocho días de internación con un cuadro complicado de neumonía por coronavirus COVID-19. Luego de más de una semana sin contacto con el mundo exterior, mantuvo un intercambio de mensajes con La Opinión.
Esta es la tercera neumonía que el jefe de los inspectores de Tránsito cursa desde que comenzó la pandemia. Hace 17 días lo diagnosticaron COVID-19 positivo y comenzó el aislamiento. Caramún tiene 48 años. En su casa, comenzó con mucha tos y cuando le faltó el aire los médicos entendieron que era necesario internarlo.
Así, volvió al área COVID del sanatorio Coopser, donde ya había estado alojado en una oportunidad. Esta vez, su cuadro tuvo jornadas de complicación. “Estaba asustado”, reconoció Caramún ante La Opinión. Ya mejor y con ganas de contar su experiencia, hasta se animó a graficar sus sensaciones de esta manera:
Es el primer día en el que le sacaron el oxígeno “por un rato”. Entusiasmado con la posibilidad de que en unos días le indiquen internación domiciliaria y con visita por primera vez desde que lo internaron, aseguró: “Hoy vi gente, no lo podía creer”.
Llegó a saturar 70, muy por debajo de los índices considerados críticos. Incluso llegaron a evaluar la posibilidad de intubarlo. “Me salvó la cámara de oxígeno”, aseveró.
“Con máscara no recuperaba, tuve horas muy abajo”, relató. Pasó tres días con máscara de oxígeno y cuatro con bigotera. “Ahora alterno, de a ratos”, indicó.
Para Caramún fueron días difíciles. Su compañero de habitación en la sala de internación estuvo 14 días y logró salir. Eso también influyó en su ánimo. “Acá pensás que te morís”, dijo. Como ahora “la puede contar”, agregó: “No sabés la alegría que tengo”.
Sin mirar mucho las noticias y las redes sociales, supo acerca de los recientes fallecimientos y de conocidos, incluso de su edad, que están internados. “Mucho no miro, trato de no leer”, señaló.
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